Bienvenido, año nuevo
El nuevo año comienza con todo de cara. Un partido, el primero después del parón navideño, que es tradicionalmente peligroso y esta vez lo era más por jugarse contra un rival siempre incómodo, como el Getafe, fue superado por el Barça con oficio y por momentos con buen fútbol. Era muy necesario no dar muestras de debilidad fallando en este partido y el Barça logró su objetivo, que no era otro que dar un golpe de autoridad en la Liga.
Y es que, aunque siempre se dice que hay que preocuparse de uno mismo sin mirar qué hacen los demás, si te ofrecen alguna ayudita no hay que desaprovecharla. El Barça saltó al Coliseum Alfonso Pérez conociendo los resultados del Sevilla y el Atlético en su partido y la derrota del Madrid frente a la Real Sociedad. Sabía que ganando al Getafe daba un golpe a la Liga y no falló. Tenía una oportunidad y la aprovechó, algo que esta temporada no siempre se había dado.
Si el Barça, demasiado irregular en algunos tramos de campeonato, hubiese sabido aprovechar siempre los regalos de los demás, llevaría ya una ventaja estratosférica en la Liga. La tendrá prácticamente en el bolsillo. Ahora está muy bien encarada, pero aún no hemos superado ni la mitad de campeonato. Quedan muchos partidos, muchos puntos por disputarse, y puede ocurrir de todo, sobre todo porque el equipo de vez en cuando tiene bajones y es algo en lo que debe trabajar. También en Getafe hubo ciertos momentos en los que perdió brevemente la brújula.
Era un partido complicado, incómodo, por lo que he comentado al principio del momento post-vacacional y por las características del rival, y el Barça lo superó bien en cuanto a juego, sobre todo en la primera parte. El conjunto azulgrana controló bien el encuentro y creó oportunidades para haber logrado una ventaja mayor, pero el meta David Soria estuvo muy bien.
Valverde supo leer el partido y retocó algunas cosas del dispositivo para neutralizar al Getafe. Así, con Rakitic, mediocentro en lugar de Busquets, metido prácticamente como un tercer central, el Barça se posicionó con defensa de tres, con los dos laterales avanzados y con
Dembélé actuando por dentro. En el centro del campo estaban Sergi Roberto y Alba en bandas, Arturo Vidal y Arthur de interiores, con la ayuda de Messi en la media, y en punta Dembélé y Suárez. Prácticamente un 3-5-2 que impidió que el Getafe tuviese ventaja numérica en la media.
Este planteamiento y el trabajo de todo el equipo dio mucho rendimiento. En la segunda parte, en cambio, el dominio flaqueó. El Barça cambió algunas cosas y el Getafe creó tres o cuatro ocasiones claras de gol, algo peligroso. Al final fue efectivo porque supo sufrir, pero el Barça no tuvo el control del primer tiempo.
Es difícil calibrar por qué suceden estas cosas. Creo que es porque tienen tanta confianza en sus posibilidades que no temen tomar decisiones arriesgadas. Un ejemplo es aquel pase a Ter Stegen de Arturo Vidal que pudo costar más de un infarto. En esas acciones hay un exceso de confianza, pero creo que es mejor fallar por eso que fallar por miedo.
El Barça, ahora mismo, no desaprovecha las oportunidades que se le presentan, algo que en algún momento de la temporada parecía no saber hacer. Queda mucho, pero va por buen camino