La cortina del VAR

Pedrerol desvió toda la atención y tensión informativa hacia un penalti no pitado

Te parece una vergüenza el VAR?”. Esta era la pregunta que hacía El Chiringuito (Mega) a la audiencia después de la derrota del Real Madrid ante la Real Sociedad. El motivo era el penalti a Vinicius no pitado por el árbitro y que tampoco generó la actuación del VAR. Josep Pedrerol, indignado, centró la tertulia en ese incidente, y él mismo participó no como moderador sino con la efervescencia de un aficionado agraviado: “¡Hay un antes y un después del VAR en España!”, “¡Somos la vergüenza en el mundo!”, “¡Hoy el VAR ha manchado el fútbol y es un problema gravísimo!”, “¡Hoy debería dimitir más de uno!”. Un error arbitral estaba siendo abordado como un melodrama para el fútbol global. Pedrerol lo vendía como una denuncia para el bien del fútbol en general, alertando de que el VAR está suponiendo un peligro para este deporte, e incluso alegando que el fútbol español estaba quedando en ridículo. Encima, le añadió melodrama ético-lacrimógeno, para crear cizaña dentro del colectivo, lamentando que el colegiado del VAR había perjudicado a Munuera Montero, el árbitro responsable del partido que no vio penalti en la jugada de Vinicius. “¡Un compañero le ha dejado tirado! ¡Estaba en la obligación de ayudar a un compañero!”.

El lunes al mediodía el melodrama persistía. Jugones (Lasexta) abría con Pedrerol desafiante: “¿Para qué sirve el VAR? ¡Para nada!” y unas letras enormes rotulaban: “VERGÜENZA” a toda pantalla. Insistía en el desprestigio, no tanto de las tecnologías, sino de los árbitros que las gestionan. “¿Por qué engañó a un compañero? ¿Por qué le dejó tirado?” se seguía preguntando Pedrerol sobre el colegiado del monitor. “El problema son los árbitros incluso viendo las jugadas en la tele” decía el vídeo. Pedrerol exigió que Velasco Carballo y Clos Gómez comparecieran en rueda de prensa, pidieran perdón y dimitieran. Todo, por un error arbitral. Un melodrama muy bien calculado, la perfecta cortina de humor del VAR, para no afrontar informativamente la grave crisis deportiva del club blanco que afecta de manera clave a su presidente. La estrategia del despiste, porque es obvio que el problema del Real Madrid no es un penalti no pitado