Roma se coloca tercero tras los grandes favoritos
DAKAR Nasser Al-attiyah ganó la cuarta etapa en coches y aumentó su liderato respecto a Peterhansel
Nasser Al-attiyah dio ayer una auténtica clase magistral sobre las dunas peruanas para afianzar su liderato en el Dakar en coches en la primera mitad de la etapa maratón, de 663 kilómetros, 406 de especial, que unió a Arequipa con Tacna. Lo sucedido a Carlos Sainz el miércoles, quedándose sin opciones de defender su corona al romper la suspensión de su Mini entrando en una zanja, no sirvió para que el catarí aflojara por miedo en la cuarta jornada de la prueba.
En un Dakar que no perdona, con múltiples trampas en un recorrido muy difícil, casi en toda su totalidad de dunas, el piloto de Toyota siguió tentando la suerte con su estilo agresivo, que por ahora, le está sirviendo para liderar cada vez con más ventaja la general, superando en 08’ 55’’ al segundo clasificado, Stéphane Peterhansel, y en 20’51 a Nani Roma, que escaló hasta posiciones de podio tras otra gran etapa.
Al- Attiyah no dio opciones a ‘Monsieur Dakar’, perjudicado a tener que abrir pista. Al veterano francés le tocó optar por no arriesgar, consciente que tras el accidente de Sainz pasaba a ser la mejor baza del proyecto de dos ruedas motrices de Mini. Pero no la única para los alemanes de X-raid, que a su vez cuentan con un Nani Roma muy vivo en carrera al volante del 4x4 de Mini. El de Folgueroles, guiado por su navegante Àlex Haro, sigue en la poma- da, escalando posiciones en la general tras una especial en la que fueron de menos a más.
Sainz, a la ayuda de su equipo
Carlos Sainz, pese a sus molestias en el cuello y estar muy lejos del liderato, decidió continuar para tratar de ayudar en todo lo posible a sus compañeros de Mini, ya levantando totalmente el pie (terminó a 24’44” del mejor). La prioridad será acompañar a Peterhansel, pero también a Roma, que prepara su ataque final. El catalán marcó el cuarto mejor crono del día siendo muy regular y superó a Przygonski (Mini) en la clasificación, colocándose por detrás de los dos grandes favoritos, Al-attiyah y Peterhansel, con los que sí que continuó perdiendo fuelle. Y es que para dar caza al catarí y al galo, el de Folgueroles y el de Òdena deberán realizar un ataque contundente en una de las próximas jornadas, algo complicado pero no imposible en un Dakar imprevisible en el que cada kilómetro esconde una trampa