En traspaso
Que poco se podían imaginar los barcelonistas que la ausencia del segundo portero del Barça se haría notar en un Clásico de Copa FC Barcelona-real Madrid CF. Pero así es. Y esa es una muy buena noticia. Jacobus Antonius Peter Jasper Cillessen, el portero reserva de Marc André Ter Stegen, se ha ganado el derecho a la titularidad en la Copa y su ausencia el pasado miércoles fue comentada y sentida, a pesar del liderazgo del alemán.
Cillessen pasará a la historia del club por lanzar un balón a campo contrario y conseguir que sus delanteros marquen un gol en una final de Copa. O también por tapar, con unos reflejos extraordinarios y la ayuda del poste, un taconazo de un delantero del Sevilla que ya estaba a punto de ser gol. Personalmente creo que su mejor virtud es estar a punto en todo momento aún a sabiendas de que es un segundo portero.
Cillessen, para ir al grano, está en la lista de jugadores en situación de traspaso. Es el primero de una larga serie de jugadores que serán traspasados a pesar de que cuenten con la aprobación del entrenador y del público.
El Barça es un negocio que mueve ya más de 1.000 millones de euros y es el primer club deportivo del mundo que rompe ese récord. Pero ahora vendrá lo más difícil: mantenerse en esa franja.
Y para hacerlo no hay duda que habrá que traspasar a jugadores del primer nivel. El fichaje a contracorriente de Neymar, un palo para los aficionados, permitió llegar y rebasar la cifra de los 1.000 millones, pero ahora son otros muchos jugadores que, pese a tener una cotización económica mucho menor, sí que pueden contribuir a la solidez económica del club. Clarísimamente, Cillessen es uno de ellos.
Otro caso es el del extraordinario Ivan Rakitic. Rakitic es uno de los mejores jugadores que ha pasado por el club. Es subcampeón del mundo con Croacia y en el Barça lo ha ganado todo. Ahora hay muchos clubs que suspiran por contratarle y él, a sus 30 años de edad, estaría encantado de firmar un contrato multimillonario. El Barça le echaría de menos, pero podría cubrir su baja y, como es el caso de Cillessen, hacer más sólidas las finanzas del club.
Hay pocos jugadores tan profesionales como este croata que nació en Rheinfelden (Suiza) en 1988. Pocos futbolistas pueden soportar el ostracismo injusto a que fue sometido durante los primeros meses de Luis Enrique. En una ocasión en la que el croata no fue alienado como titular en el Bernabéu (10.25.2014, 3-1), a todo lo que se atrevió el jugador fue a hacer una mueca con sus labios para demostrar su desánimo.
El entrenador le cambió por Xavi justo antes del lanzamiento de un córner y el croata falló el lanzamiento, con tan mala fortuna que el contraataque inmediato terminó en gol madridista. Pero aquel episodio no le hundió. Jamás habló mal del entrenador y sólo confió y confió en su trabajo y en su esfuerzo.
Su postura y su actitud fue encomiable y digna de uno de los grandes. Rakitic. ¿Se imaginan este Barça sin él? Buuuuufffff. Pero puede ser que le traspasen a final de temporada y los socios deben entender que el club ha entrado en una nueva etapa financiera que requiere este tipo de esfuerzos. Han terminado aquellos años en los que se traspasaba o se cedían estrellas sin ganar ni un solo euro.
Sería una lástima que Cillessen y el bueno de Rakitic abandonaran el club, pero si su salida anunciara una nueva etapa de crecimiento económico y de racionalización de las entradas y salidas de los jugadores y con mejores y más equilibrados contratos, bienvenida sea esa nueva etapa
El Barça ha entrado en una nueva etapa en la que el sentimentalismo debe matizarse