Hasta el rabo todo es toro
El Betis tuvo cerca ‘su’ final, pero no supo dosificar su ventaja
Hasta el rabo todo es toro y este de las semifinales habrá que estoquearlo en Mestalla. El Betis se veía con pie y medio en su final cuando apenas restaban veinte minutos y ganaba 2-0 a un Valencia que, durante buena parte del choque, había sido mejor, pero se había topado con un Joel Robles sensacional.
Un gran gol de Loren en jugada de estrategia al filo del descanso y otro ¡¡olímpico!! de Joaquín al poco de comenzar la segunda parte convirtieron el Villamarín en un manicomio. La inmensa mayoria de los cerca de 60.000 aficionados que poblaron las gradas -57.123 en concreto, nuevo récord de asistenciano paraban de entonar cánticos y se frotaban los ojos cuando el VAR daba por válido el segundo gol del portuense, que dejó mudos a los cerca de 700 aficionados chés desplazados al partido.
Reaccionó pronto Marcelino tras el 2-0 y en el 68’ metió a Kondogbia y Gameiro para tratar de variar el rumbo de un choque que se la había puesto muy cuesta arriba. Y acertó de lleno el asturiano, pues a raiz de los cambios el Valencia volvió a crear muchísimos problemas por su banda izquierda y desde allí llegaron los dos goles, uno de Cheryshev (70’) y otro de Gameiro (92’) ya en el descuento que dejan la eliminatoria bastante franca para los chés, que en ningún momento bajaron los brazos pese al duro castigo sufrido.
Quique Setién sorprendió alineando a Joaquín de carrilero, dándole al veterano capitán toda la banda derecha y manteniendo su inalterable defensa de tres, que a los diez minutos hubo de modificar por la lesión de Bartra, cuya velocidad en los repliegues acabó echando de menos el equipo, pues Javi García sufrió con las contras de los valencianos.
El Betis no supo dosificar su ventaja y ahora deberá apelar a la épica para meterse en su final, pues en Mestalla le espera un infierno muy parecido al que sufrió el Valencia en el Villamarín
El Villamarín disfrutó de un gol olímpico del capitán Joaquín, que jugó ¡de carrilero!