Un veterano de 19 años
De Ligt firmó un gran partido ante el Real Madrid liderando al Ajax desde atrás
Matthijs de Ligt, central del Ajax pretendido por el Barça, además de Juventus, Chelsea y Bayern, entre otros, demostró ante el Real Madrid muchas de las cualidades que han llevado a estos grandes equipos de Europa a fijarse en él. Pese a sus 19 años, De Ligt actuó como un veterano incluso antes de que diera inicio el partido. Cumplido con el protocolario saludo a todos los jugadores rivales y a los árbitros, el holandés animó uno a uno a cada uno de sus compañeros, haciendo honor al brazalete de capitán que luce.
Ya en el partido, el central del Ajax, al que le tocó bailar en ocasiones con un Benzema enrachado y un Vinicius que sigue creciendo a pasos agigantados, se mostró siempre seguro con el balón en los pies, tratando de jugarlo con sus compañeros y no rifarlo cuando el Madrid optó por presionar. Sus estadísticas fueron para tener en cuenta: 44 pases buenos (a Onana, Blind y De Jong nueve para cada uno), cuatro en largo, ocho recuperaciones, una falta recibida, y ninguna cometida estando ante Benzema y con Vinicius cerca. Además, el remate previo al gol anulado de Tagliafico fue suyo.
En la primera parte, solo en una ocasión, y tras irse de su marcador, Vinicius logró ponerle en apuros marchándose por velocidad y disparando a Onana, al que obligó a despejar a córner. En el resto del primer tiempo, tanto De Ligt como su compañero en el eje Blind consiguieron controlar los intentos de avance del Madrid, al que obligó a probar suerte con disparos lejanos de Bale. Pese a su juventud, cumplió con su papel de capitán reclamando explicaciones al árbitro la anulación del gol a Tagliafico en el minuto 36 recurriendo al VAR.
En el 0-1, en una gran acción de Vinicius, que arrastró a los dos centrales para liberar a Benzema, al que le dio la asistencia para que marcara, De Ligt aguantó todo lo que pudo al brasileño e incluso, cuando su compañero Blind salió al paso. se tiró rápido para que Benzema no pudiera rematar bien.
Encajado el 0-1, lejos de bajar los brazos, De Ligt trató de empujar al equipo hacia arriba, no solo jugando el balón, sino también animando y gesticulando con el resto de sus compañeros. En el 1-2, De Ligt tampoco pudo hacer nada. El central siguió la jugada viendo como Carvajal se internó por la banda, pero por detrás suyo entró Marco Asensio, quien le ganó la espalda a Van de Beek para rematar a placer desde el segundo palo
Matthijs demostró en la cita europea por qué está más que hecho para un grande
Robó ocho balones sin falta alguna marcando a Benzema y con Vinicius a su derecha