REVOLUCIÓN

Mclaren presenta el MCL34, un coche innovador y con múltiples modificaciones respecto a su predecesor El bólido llega con el objetivo de marcar el inicio de una nueva era para el equipo, con Sainz como líder

Cuando las cosas no funcionan, el camino hacia el éxito solo se puede encontrar a base de cambios. Y en ese sentido, Mclaren parece haberse puesto las pilas con una auténtica revolución. La muestra de ello es el MCL34, el nuevo monoplaza que pilotarán en 2019 Carlos Sainz y Lando Norris. Un bólido que poco se parece a su predecesor de 2018, con modificaciones allá dónde se mire, fruto de un inmenso trabajo en una fábrica que pese al sufrimiento de los cuatro cursos anteriores, ha seguido trabajando sin perder la esperanza.

Ayer, entre los mismos muros en los que unas 800 personas han trabajado sin cesar durante muchos meses, se pudo entender a simple vista que la firma inglesa no va de farol. Lejos quedan las promesas de años anteriores en las que se miraba a los podios y a los triunfos, palabras que rápidamente se quedaban en nada en los test de pretemporada. Este curso debe representar el del cambio. Ese es el sueño de todos, y con esa meta se lleva trabajando desde el pasado año.

El conjunto lleva centrado en el coche de 2019 desde mediados de 2018, cuando usaron la gran mayoría de entrenamientos libres de los GGPP para analizar sus fallos y recoger datos para que los problemas no se repitieran en su montura de esta campaña. Algo así como unos test. En 2018 quedó claro que el motor del que tanto se quejaban de 2015 a 2017, el Honda, no había sido su único problema, ya que con el propulsor Renault en 2018 volvieron a estar muy atrás. Ahora, los ingleses quieren acabar con la tendencia negativa en su segundo año de su alianza con la firma del rombo, especialmente mejorando el pobre chasis con el que el pasado curso Fernando Alonso debía pelearse carrera tras carrera.

Nuevo ‘look’

Del MCL33 solo se ha aprovechado la nariz de tres entradas. El resto, todo nuevo, con un concepto más refinado y novedades interesantes. La admisión del motor es mucho más grande, se introducen importantes aletas en la zona baja de los laterales y unas alas minimalistas al estilo Ferrari y Red Bull. También se implementa otro elemento en la parte inferior del morro y el concepto de tapa motor, pontones y parte trasera es muy distinto. La revolución que Mclaren inició hace unos meses en su estructura técnica se ha visto reflejada en un prototipo muy diferente que en estética también parece haber mejorado. Nuevo color azul para la parte trasera que se mezcla con el naranja papaya de forma más vistosa. Ahora, habrá que esperar hasta el lunes, en elinicio de los test en Barcelona, para saber si aquello de ‘coche bonito, coche rápido’ se cumple