EL CAMPEÓN SABE SUFRIR
Después de tres cuartos a remolque, el Barça no se descompuso y decidió el partido en la recta final Tras el duro estreno contra el Valencia, los de Pesic deberán ganar al Iberostar para defender su título
Hace año y medio o dos años habría perdido el partido. Pero este Barça sabe caminar sobre el alambre. A pesar de ir durante tres cuartos de partido a remolque del Valencia Basket, el equipo azulgrana supo no descomponerse y esperar su momento, compensando con su paciencia y una gran solidez mental los errores que que había cometido antes. El campeón de Copa mostró su férrea voluntad de defender su título en Madrid, para lo cual deberá superar mañana en la primera semifinal del torneo al Iberostar Tenerife, que dejó en la cuneta al Unicaja en el encuentro inaugural del torneo.
El guión del partido fue el peor que podía tocarle en suerte al Barça. Un inicio con escasa agresividad y aún menos acierto de los azulgrana dio alas a un Valencia mucho más activado de salida. Apoyado en un omnipresente Will Thomas, al que Svetislav Pesic había calificado en la víspera como “el mejor cuatro de Europa en estos momentos”, el equipo ‘taronja’ abrió una notable brecha ya en el primer cuarto. Al ala-pívot estadounidense se unió su compatriota Mike Tobey, que relevó con sorprendente acierto a un Dubljevic que no arrancó al nivel de sus compañeros. Un triple de Tobey puso al Valencia once arriba (1324), un boquete que hace un tiempo seguramente habría provocado una vía de agua mortal en el Barça pero que esta vez fue taponado a tiempo por los jugadores de Pesic.
La principal virtud de este Barça es que nunca se desmorona. Tampoco lo hizo ante el Valencia, iniciando la remontada tirando de su ADN defensivo. Hasta cuatro balones acabarían robando a media pista los azulgrana para transformarlos en canastas fáciles. A ese gran trabajo atrás se sumó la irrupción de Pau Ribas con sus triples y Thomas Heurtel con sus penetraciones y canastas de cuatro metros, que devolvieron el equilibrio al partido y dejaron las cosas al descanso casi como al principio (37-39).
Pero el viento que impulsaba al Barça dejó de soplar tras el descanso. El Valencia frenó el golpe y consiguió el refuerzo moral de ver cómo el Barça no era capaz de voltear el marcador. Estaba muy cerca, e incluso empató en diversas ocasiones (45-45, 56-56, 58-58), pero no lograba tomar la delantera, lo que podía traducirse en una presión muy peligrosa para el campeón y líder de la Liga Endesa en el último cuarto.
Todavía más complicadas se le pusieron las cosas al Barça cuando, tras disponer de sus primeras ventajas desde el 5-4 (62-58, 65-63), tres triples de Dubljevic, Matt Thomas y Labeyrie dieron nueva vida al Valencia ante el éxtasis de la afición naranja de las gradas. Quedaban seis minutos para el final y el Barça se asomaba al abismo.
Sin embargo, el Barça siguió a lo suyo, impasible, anotando sus tiros libres con sangre fría, apretando un loco más en defensa y mostrando su mejor puntería del encuentro. Dos triples de Hanga (81-73) acabaron por decidir una gran batalla en la que el campeón ejerció como tal