Mundo Deportivo

Si era para despistar a Genesio, perfecto

Los apuntes del técnico del Lyon, en el palco, debieron acabar en una papelera: el Barça que vio fue una broma

- Javier Gascón

El Real Valladolid ya había comunicado la alineación, con tres centrales, una posibilida­d que Sergio González había insinuado durante la semana. Hasta la había dibujado el club en su cuenta de Twitter: un inconfundi­ble 3-5-2. Fue entonces cuando apareció Jon Aspiazu, encargado de atender a los medios de comunicaci­ón una hora antes de los partidos. “El Valladolid es un equipo muy ordenado que siempre juega con dos líneas de cuatro”, comentó el ayudante de Ernesto Valverde en Barça TV. Mal asunto. El Barça era el único en ese momento que no sabía cómo iba a jugar el equipo pucelano.

Así las cosas, no puede extrañar que el Valladolid saliera mucho más metido en el partido que el Barça, incómodo, lento y previsible, con Messi tropezando con los interiores que Sergio había colocado por dentro para frenarle. Nadie le avisó del 3-5-2, claro, tuvo que descubrirl­o sobre la marcha.

No es una exageració­n afirmar que el ‘jugador’ azulgrana más vivo en la primera parte acabó siendo el recogepelo­tas que inició el

Mal inicio: Aspiazu hablaba del 4-4-2 del Valladolid cuando ya era oficial su 3-5-2

contragolp­e del 1-0 en el minuto 43. Le dio un balón rápido a Ter Stegen (no el que Nacho acababa de centrar a la grada, uno que tenía bien controlado) en la jugada que acabó con el penalti a Piqué transforma­do por Messi.

En el descanso, pese al 1-0, ya había quedado claro que Kevin Prince Boateng, debutante en Liga y en el Camp Nou, no encaja en el Barça. Si Valverde le hubiese cambiado en el paréntesis, su imagen hu- biese quedado menos dañada que cuando lo hizo en el 60’ tras un disparo de los que hacía tiempo que no se veían en el Estadi, a la segunda grada, y después de un mano a mano con Masip que culminó tropezando de forma casi cómica.

Luis Suárez, eso sí, se solidarizó con el internacio­nal ghanés en los 30 minutos que jugó, encadenand­o errores en el regate, en el pase, en el remate y en el control. Un póquer. Y hasta Coutinho no quiso dejar solo a Boateng y calcó su disparo al infinito a poco del final.

Fue un Barça tan extraño, sin estilo, sin control, sin puntería, que al final es mejor pensar que Valverde, Aspiazu y los jugadores sabían lo que hacían. En el palco estaba Bruno Genesio, entrenador del Lyon, rival el martes en la ida de los octavos de la Champions League. Le recibió y saludó su amigo Eric Abidal. Si era para despistarl­e, el plan salió perfecto. Todas las notas que tomó debieron acabar en una papelera del Camp Nou. Ni en sus mejores sueños cabe un Barça tan irreconoci­ble

El recogepelo­tas del 1-0 fue el MVP en una noche cómica de Boateng y Suárez

 ?? FOTO: AP ?? Kevin Prince Boateng debutó en el Camp Nou como azulgrana También fue su estreno en la Liga, pues sólo había jugado un partido de Copa en Sevilla: no le salió nada
FOTO: AP Kevin Prince Boateng debutó en el Camp Nou como azulgrana También fue su estreno en la Liga, pues sólo había jugado un partido de Copa en Sevilla: no le salió nada

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