¿Qué pasa con Willy?

En los últimos minutos de la prórroga del encuentro final de la Carabao Cup entre Chelsea y City, Kepa Arrizabalaga, el meta del equipo de Stamford Bridge se lesionó en los gemelos. Sarri, su entrenador, ordenó el cambio y Willy Caballero calentó y se dispuso a entrar. Pero el meta vasco se negó a salir del campo. Con la mano indicó de forma muy contundente que se quedaba (si no sale no puede hacerse el cambio). El técnico perdió los nervios, mientras algún ayudante le decía que mantuviera en el campo a Kepa. Pasaron minutos surrealistas con un cambio indicado que no se realiza. El árbitro llamó a Sarri y le preguntó qué hacía. Mantuvo a Kepa, cuando faltaba muy poco para la tanda de penaltis. El entrenador italiano se dirigió a su silla en el banquillo y la golpeó con violencia y se marchó a vestuarios, pero dio media vuelta y volvió. La prórroga la jugó Kepa, detuvo un penalti, pero el Chelsea perdió la tanda ante el equipo de Guardiola, que mereció ganar a lo largo de todo el encuentro.

La diferencia entre los dos equipos fue clara mientras Guardiola abrazaba a Sterling, que transformó la última pena máxima, y Sarri ni le dirigió la palabra al meta vasco. Aunque no se salvó de polémica Pep, que puso a Ederson y no Muric, que venía jugando. En el Chelsea, un jugador desobedeció la orden de su entrenador, de forma muy visible, el técnico se plegó a su actitud, mientras un compañero, Caballero, el meta que debía salir, se quedó en el banquillo con la cabeza gacha sin mirar la tanda. ¿Qué pasará ahora en el vestuario con Willy? ¿Cómo se gestiona eso?

Cuesta entender la actitud de Kepa pero es ganadora con confianza y autoestima. Se le veía fuerte y eso es muy importante para afrontar una tanda, pero lo que no se entiende nada es la actuación del técnico, cediendo ante un jugador después de haber tomado una decisión. La pregunta es clara: ¿Quien manda en el fútbol de hoy? La respuesta, también: los futbolistas. Pero la clave es crear un buen grupo. Ayer dio la sensación de que Pep lo tenía y Sarri, no