La defensa de Rosell aduce que la Audiencia Nacional no es competente
Sostiene que la justicia española no tiene jurisdicción sobre operaciones con la CBF en Brasil y que la venta de BSM debe juzgarse en Barcelona
El juicio a Sandro Rosell, su esposa, Marta Pineda, el abogado andorrano Joan Besolí, el ciudadano libanés Shane Ohannessian y dos presuntos ‘testaferros’, Pedro Andrés Ramos y Josep Colomer comenzó ayer en la Audiencia Nacional. Todos ellos están acusados de blanqueo de capitales y organización criminal y se enfrentan a penas de entre seis y once años de prisión.
A las 9.35 horas llegaron dos furgones de la Guardia Civil a la sede de la Audiencia Nacional y en ellos iban Besolí y Rosell. Mientras eso pasaba fuera, iban llegando el resto de acusados y familiares, como el hermano de Rosell, y amigos que no han querido dejar solos a los acusados en este juicio y que quedaron muy sorprendidos y enfadados por el hecho de que Rosell y Besolí entraran esposados a la sala donde les quitaron las esposas que les fueron puestas de nuevo cada vez que la abandonaron. “¡Esposados! ¿Pero qué piensan que van a hacer? Es una vergüenza”, decían los presentes en la sala.
La vista comenzó con 35 minutos de retraso y ayer tuvo lugar la exposición de las cuestiones previas en las que la defensa del expresidente del Barça recordó que ya son casi dos años de prisión preventiva de su patrocinado con lo que eso conlleva. Molins, abogado defensor de Rosell, renunció a la declaración de Ricardo Teixeira –eje sobre el cual gira parte de la causa–, tanto en persona como por videoconferencia por motivos de salud y rechazó la aceptación como prueba de la declaración de Romario que compareció en 2018 para señalar que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) se vio perjudicada por la actuación de Rosell y Teixeira. “Romario jugaba muy bien al fútbol, recuerdo un gol al Madrid, pero no es jurista”, dijo el abogado Molins, cuya línea de defensa es clara. Para empezar, considera que la justicia española no tiene jurisdicción sobre las dos operaciones de Rosell con la CBF por supuestas comisiones ilegales por los derechos de retransmisión de los partidos amistosos de la selección brasileña por los que Rosell habría recibido dinero en Andorra y un contrato de patrocinio con la marca Nike de otros 5 millones. Molins dijo que esas operaciones se realizaron en Brasil y en Andorra y que en esos países no existe el delito de corrupción entre particulares. “De ser delito, que no lo son, tampoco lo son en el territorio en el que se produjeron”, dijo Molins que recordó que el Código Penal español no contempló uno de esos casos como delito hasta 2010, cuatro años después de que se produjeran los hechos en Brasil. Por lo tanto, pidió el sobreseimiento de esas causas .
Una promesa electoral
Sobre la tercera operación que se atribuye a Rosell, la venta en 2011 de su sociedad de márketing deportivo, BSM, al también acusado Shahe Ohannessian, Molins considera que la Audiencia Nacional no es competente para juzgarlo porque ese juicio debería realizarse en los juzgados de Barcelona, que es donde corresponde por la jurisprudencia competente. Además, recordó que esa venta fue una promesa que Rosell hizo
cuando estaba en la campaña electoral para ser presidente del Barcelona y que cuando salió elegido, la cumplió sin que eso se pueda considerar un delito.
Unas peticiones de Molins que al parecer no van a ser contempladas por el tribunal. O al menos eso parece porque tras acabar de escuchar todas las consideraciones previas de los abogados defensores de los seis acusados y la respuesta del fiscal, la presidenta de la sala, Concepción Espejel, acabó diciendo que “una vez escuchadas las consideraciones previas, mañana (por hoy) comenzará el juicio”. Lo que indica que los magistrados tienen claro que la Audiencia Nacional sí es competente para llevar a cabo este juicio. No fue ese el final del primer día de esta vista. El telón se bajó con Rosell y Besolí volviendo a ser esposados para trasladarlos de nuevo a Soto del Real mientras los amigos y familiares les gritaban “¡Força! ¡ ánims!”. Ambos lo agradecieron con gestos de complicidad y con Rosell lanzando un beso al aire para mostrar su gratitud