Messi, pero también Valverde
La exhibición del ‘10’ en Sevilla ha difuminado el papel decisivo del entrenador en la victoria del Barça. Su corrección, con dos cambios en el descanso, hizo la vida más fácil a Leo y Messi se encargó del resto
El señor Leo Messi, además de repartir 6 asistencias, ha marcado 16 goles en las últimas 11 jornadas de Liga. Sólo se quedó sin anotar en Bilbao donde el Barça empató a cero. En todas las demás reseñadas resultó ser definitivo.
Lo del sábado en Sevilla, sea porque firmó su ‘hat trick’ número 50 con tres golazos a cual mejor, o sea porque además sirvió el cuarto gol a Suárez para que Luis acabase con su sequía, ha sido considerado como una de sus más sonadas exhibiciones. No discutiremos en absoluto esa valoración. Lo que pretendemos es destacar otro factor determinante en la demoledora reacción blaugrana que, recordemos, se retiró al descanso perdiendo 2-1.
Valverde, desde el banquillo, ya reaccionó en cuanto Mercado anotó el segundo tanto local. Inmediatamente mandó calentar a Sergi Roberto y Dembélé que se incorporaron al juego en el primer
minuto de la primera parte. El entrenador no esperó, como suele pasar, a ordenar su incorporación a los pocos minutos del segundo tiempo. Esta vez no quiso perder ni un segundo. Había que jugar a otra cosa ( a lo que juega el Barça cuando juega bien) y dejó en los vestuarios a Semedo y Arturo Vidal.
Su decisión, agitando el equipo y cambiando el dibujo, fue clave. El de Sevilla era un partido que debía ganarse y Ernesto fue a por él sin ningún complejo. Como debe, como debería ser, siempre. Dembélé, mucho más productivo cuando actúa a la derecha, dio a Leo desde allí el pase que supondría el empate y una aventura de Sergi Roberto en esa misma banda, acabó originando el tercero. Cuando el juego fluye, como dijo Messi nada más intercambiar su camiseta, todo es más sencillo. El trabajo del Barça, del entrenador y de los compañeros ( y de la junta), es hacerle la vida fácil a Messi. Del resto, de los rivales, ya se encarga él