PREPARADO
Los test de pretemporada finalizaron ayer con Sainz y Mclaren protagonizando un día sin errores Los británicos ponen buena nota al trabajo realizado para comprender cómo mejorar su coche
Lo principal en los test de pretemporada de Fórmula 1 es rodar al máximo, recopilar datos, probar piezas, comprobar cómo reacciona el coche a las modificaciones en los ajustes, y sobre todo, encontrar fallos de fiabilidad para arreglaros y evitar así que se repitan a la hora de la verdad, durante la temporada. Y en ese aspecto, Mclaren y Carlos Sainz terminaron de la mejor manera ayer con un último día de test limpio, completando su programa con 134 vueltas sin sufrir ningún contratiempo. Sí, es cierto, el coche inglés todavía tiene que mejorar en muchas áreas, pero el paso al frente que ha dado es innegable. Ahora, el monoplaza aguanta. Está en la zona media de la parrilla, y es que como bien dijo Sainz hace unos días, en la F1 no se puede pretender que de un año a otro un coche pase del 16º lugar a las primeras plazas.
Carlos terminó la pretemporada con el sexto mejor tiempo, algo que no es representativo, ya que con todos los equipos escondiendo su potencial es imposible saber dónde están posicionados exactamente. Los británicos vienen de un 2018 desastroso. Son los únicos de media parrilla que han tenido que cambiar completamente el concepto de su coche y por consiguiente tenían más trabajo que el resto. Y pese a ello, llegaron preparados a los test, algo que se puede considerar todo un éxito. El primer paso en el camino imaginario que Sainz y Mclaren pretenden que termine en éxitos en unos años ya está dado. Es solo un punto de partida.
Los de Woking pudieron completar 8 días con pocos fallos, y los que tuvieron, se arreglaron de forma exitosa. La fiabilidad fue buena, y su reacción a los problemas surgidos, aún mejor. Así, tras haber aprobado en dichos test, buscarán evolucionar el monoplaza poco a poco a lo largo del año.
“Ha sido un buen test. No estoy seguro de que sea uno de los mejores, pero ha sido uno bueno, sobre todo desde la perspectiva de que hemos podido hacer muchos kilómetros, integrar a los pilotos y comprender bien el coche”, dijo ayer Gil de Ferran, director deportivo de Mclaren.
“Hemos dedicado mucho esfuerzo a comprender nuestras debilidades y fortalezas, el rendimiento del coche, entender las causas que hay detrás, no sólo desde el punto de vista del diseño, también desde la organización, para solucionarlo lo mejor que podemos”, añadió el expiloto sobre la mejora demostrada. un Gil que puso “buena nota” a los test realizados por su equipo: “Vamos a Australia (primera carrera del año, 17 de marzo) bastante bien preparados”.
A la espera de una referencia
De momento, en Melbourne llegarán piezas nuevas para que el equipo luche por estar en los puntos, en la batalla por las diez primeras posiciones. Y si no lo consiguen, ya dijo Carlos que no debía verse como un fracaso. Solo una primera referencia para colocarse un listón desde el que empezar a ir hacia adelante. Con el primer resultado en carrera y clasificación, Carlos ya conocerá más detalles de dónde se encuentra su Mclaren para seguir empujando. Y antes de que eso pase, nada de descanso. Ayer voló a Londres tras los test para seguir trabajando pese a tener un acto en Madrid el miércoles, muestra de su enorme compromiso con un equipo al que le queda mucho por hacer todavía