GENERACIÓN DE ORO
Ana Peleteiro (23 años), Álvaro de Arriba (24) y Jorge Ureña (25) dan a España tres títulos en el Euroindoor La plata del 4x400 y el bronce de Jesús Gómez en 1.500 redondean un gran balance en Glasgow
La selección española de atletismo sacó oro de su competición fetiche, unos Europeos indoor que casi siempre se le dan bien. En Glasgow acabó tercera en el medallero, por detrás de Polonia y Gran Bretaña, firmando una cosecha de seis medallas, tres de ellas de oro, que llegó casi entera ayer en la última jornada, salvo la plata de Oscar Husillos en el 400. Fue, además, un triunfo generacional: Ana Peleteiro (23 años), Álvaro de Arriba (24) y Jorge Ureña (25) lideraron con sus medallas de oro al equipo. Aunque hubo decepciones, como la de Orlando Ortega, llegaron más buenas noticias: la plata del relevo 4x400 y el bronce de Jesús Gómez, savia nueva para una distancia en la que España busca recuperar el prestigio perdido desde hace unos años.
Llegarán competiciones más difíciles, seguro que en el Mundial de Doha los podios saldrán mucho más caros, pero España se ganó ayer disfrutar de un ‘Superdomingo’ en toda regla en el que iban cayendo medallas una tras otra. Abnrió la fiesta por la mañana la gallega Ana Peleteiro, oro en el triple salto con un nuevo récord de España (14,73) que sacaba de las listas una marca con solera de Carlota Castrejana (14,64 en 2007), que en su día también significó un oro europeo indoor.
A Peleteiro, campeona del mundo júnior con 16 años en Barcelona 2012 y bronce en los últimos Mundiales indoor, no le pesó esta vez el ser favorita. Al tercer salto se puso en cabeza (14,56) y en la cuarta ronda voló a unos 14,73 que dinamitaron la final y que son la mejor marca española de siempre, sea en pista cubierta o al aire libre.
Exhibición en el 800
El salmantino Álvaro de Arriba no solo ganó la final; puede decirse que se exhibió y dominó de cabo a rabo en una final rápida (1’46”83) en la que lanzó un ataque en la última vuelta para el que no hubo respuesta de sus rivales. Faltó la guinda: el murciano Mariano García, con el desparpajo de un debutante sin miedo, hizo récord personal (1’47”58) y acabó cuarto. Con un poquito más, el podio también le hubiese recibido. España, por cierto, solo ha faltado una vez a las medallas en esta prueba en los Europeos Indoor desde 2002.
Pocos minutos después era el alicantino Jorge Ureña el que lograba el oro en heptatlón. Dos años antes había sido plata en Belgrado, y ayer Ureña mostró su crecimiento colocándose primero durante la segunda jornada y rematando el trabajo con una victoria en el mil y la mejor marca mundial del año, 6.218 puntos. Eso sí, no quiso quemarse en el intento de batir su récord de España para no poner en peligro el oro. Y se fue de Glasgow con parciales de oro: 6”96 en 60 lisos; 7,39 en longitud; 14,68 en peso; 2,07 en altura, 7”78 en 60 vallas (récord personal; ahí se puso líder), 5,00 en pértiga y 2’44”27 en los 1.000 metros.
Esperanza en el 1.500
El burgalés Jesús Gómez presentó sus credenciales y en su primera gran final se llevó el bronce en el 1.500, una prueba que anda necesitada de vigor en España. Visto el duelo por delante entre el defensor del título y a la postre campeón, Marcin Lewandoski, y la súper estrella del futuro, Jakob Ingebrigtsen, Gómez no podía aspirar a nada mejor, pero sobrevivió con entereza en la vuelta final, sin opción de coger al polaco y al noruego, pero también a salvo de los que trataban de alcanzarlo. España no ganaba una medalla en el 1.500 desde el oro de Manuel Olmedo en París 2011.
En el día de las ‘casi medallas’ de Eusebio Cáceres en longitud, Orlando Ortega en vallas y Mariano García en 800 (cuartos los tres), aún hubo tiempo para festejar una última medalla, la plata del relevo masculino 4x400. El cuarteto formado por Óscar Husillos, Manuel Guijarro, Lucas Búa y el junior, Bernat Erta, que corrió la última posta, consiguió además el récord de España (3’06”32) y poner en duda hasta el final el oro de Bélgica y los tres hermanos Borlee, que sufrió para mantener a raya a España. . Husillos, clave con la primera posta en la que puso en cabeza a España, cerró el Europeo con dos platas