Un portento llamado Salma Paralluelo
Con solo 15 años ya es oro mundial sub 17 en fútbol e internacional ‘A’ en atletismo
En un par de años debe decidir, “pero por ahora compagino bien fútbol y atletismo”
Está Salma Paralluelo (Zaragoza, 2003) contando desde un hotel en Suecia la ilusión con la que afronta la Ronda de Élite que la Sub-17 comienza hoy frente a Eslovaquia para clasificarse para la fase final de la próxima Eurocopa cuando se detiene: “Un momento, por favor”. Se oye una voz, ella da las gracias y las buenas noches y vuelve al aparato: “Era la seleccionadora Toña Is, que siempre que estamos en las concentraciones se pasa por las habitaciones para ver si está todo bien y preguntarnos si necesitamos algo. Es muy maja, como una madre”.
Resulta imposible hablar con Salma Paralluelo y olvidar que sólo tiene 15 años, por mucho que haya conseguido ya y lo que se presume que está por venir, porque sus respuestas directas, sin artificios, vuelven una y otra vez a una simple idea: la de divertirse y disfrutar. Como debe ser cuando no eres más que una adolescente. Por muy responsable que sea, que lo es, por muy brillante, que lo es, por muy disciplinada, que lo es, sólo tiene 15 años y afirma muy segura: “Yo no siento ninguna presión por tener que elegir entre el fútbol o ser atleta. Eso es algo que me preguntáis siempre vosotros, los periodistas, y lo entiendo, pero no me agobio. Disfruto con los dos deportes y por ahora puedo compaginarlos. Sé que tendré que decidirme, pero ya vendrá y cuando llegue el momento elegiré lo que más me llene, con lo que más me divierta. Ahora no quiero pensar en ello”.
El dilema no es menor porque Salma es tan excepcional que en fútbol es campeona de Europa y del Mundo sub-17, la más joven del equipo, y en atletismo tiene los récords de España de su edad en 300, 300 vallas, y en su primer Campeonato absoluto en Antequera fue medalla de bronce en 400 y con 53.83, logró el récord de España sub-20 y fue mínima para los Europeos de Glasgow, donde participó siendo la segunda atleta más precoz de la historia. Es, sencillamente, una portento.
Los pies en el suelo
Salma Paralluelo es la segunda de tres hermanos. Su padre Jaime Paralluelo es catalán y su madre Diosdada Ayingono Esono, de Guinea Ecuatorial: “Ellos me lo han dado todo y me han educado también en valores porque aunque soy muy joven creo que he madurado antes de tiempo por lo que nos ha tocado vivir. Hemos pasado épocas malas de verdad. El último trabajo de mi padre antes de quedarse en el paro fue como repartidor de bollería, ahora se encarga de la casa y de nosotros. Mi madre va y viene de Guinea Ecuatorial por trabajo y la vemos poco, en verano, Navidad. Hubo un momento en el que corrimos el riesgo de ser desahuciados, pero hoy estamos bien”.
Los apuros económicos y el ejemplo familiar le han enseñado “a tener siempre los pies en el suelo y lo importante que es el esfuerzo y el sacrificio diario, nadie te regala nada”. Así que ella se siente una afortunada por poder hacer lo que más le gusta, el deporte: “No sé ni cómo explicarlo, de verdad, pero para mí es lo mejor del mundo. Me siento yo, me divierto, me gusta entrenarme, superarme y competir. Desde que era niña jugaba a correr con mis hermanos y al fútbol. En el patio del colegio dejaba a mis amigas para jugar al fútbol. Algunos me llamaban rara, pero a mí me daba igual porque era lo que me gustaba”. Le digo que se ha encontrado a muchas más ‘raras’ como ella y se ríe: “Sí, sí. Somos unas cuantas. Cuando jugaba en el San José con 12 años era la única chica, antes ya había probado con el fútbol sala y desde los ocho estaba en el Club de Atletismo porque le dije a mi padre que me quería apuntar y desde las primeras carreras siempre ganaba. Soy muy competitiva, pero también era algo natural para mí”.
Un año de ensueño
Los lunes, miércoles y viernes se entrena con el Zaragoza, equipo de la Segunda División femenina con el que debutó esta temporada porque hasta los 15 años no podía por ley, los martes y jueves con el Skorpio en atletismo. Los sábados compite en atletismo, los domingos en fútbol. Si alguna competición se solapa elige por la importancia y con el apoyo total de sus dos entrenadores, que se comunican y se pasan los planes de entrenamiento. Y mientras, sigue estudiando en el instituto, lo que la obliga a ponerse el despertador a las 4:30 de la mañana en época de exámenes.
Ya está en el radar de las Universidades americanas que han llamado a su puerta: “Sería una oportunidad para compaginar los estudios con el deporte y además becada, pero no he tomado ninguna decisión. Es una opcion más. Ya veremos”. Y la palabra disfrutar vuelve a salir en la conversación: “Es que este último año no me lo habría imaginado ni en sueños. Ser campeona de Europa y del Mundo con la sub-17, medalla en los campeonatos de España en los 400, y el 1 de marzo poder estar en Glasgow en el Europeo que me puse un poco nerviosa, todo era nuevo, la cámara de llamadas, las atletas de tanto nivel, todo en inglés… Quería mejorar mi marca personal, pero fue una gran experiencia que he disfrutado muchísimo. ¿Que con qué sueño ahora? En atletismo con estar en unos Juegos o batir un récord del mundo. ¡Buah! En fútbol con debutar con la Absoluta, ganar un Mundial, ser Balón de Oro…” Salma Paralluelo tendrá que decidirse en un par de años, pero por ahora sueña a pares y a lo grande. Que para eso están los 15 años