Old Trafford teme al Liverpool
→ El clásico de Inglaterra, el más desigualado de los últimos tiempos, amenaza a Solskjaer y motiva a Klopp
→ Cerca de cerrarse el acuerdo para el Brexit a menos de que surja algún imprevisto, la actualidad de este fin de semana en Inglaterra viene marcada por las negociaciones del primer ministro Boris Johnson sin descuidar el clásico de mañana entre el United y el Liverpool en Old Trafford. El feudo del cuadro de Manchester acoge un encuentro especial y desigualado a tenor de la racha de unos y de otros, mucho más necesitado Solskjaer que Klopp, de momento imbatido en la Premier.
El peor arranque del United en tres décadas ha puesto en jaque al noruego, al menos de cara a la opinión pública. A pesar de que dice sentirse respaldado por el club, encabezado por Woodward, las semanas pasan y no se avistan mejoras en el corto plazo. Suenan tambores de guerra en Old Trafford y las miradas apuntan al entrenador pero este se aferra al cargo: “Nunca he sentido que me venga grande. Tengo confianza en mi trabajo”, insistió antes de recibir al Liverpool.
Un compromiso que afronta con muchas dudas pero con la certeza de que no va a poder contar ni con De Gea, lesionado con la selección española, ni con Pogba, que encara los últimos capítulos de su recuperación en Dubai: “Paul no quiere irse. Ha sido criticado desde todos los ámbitos, por una razón o por otra, pero siempre ha demostrado su compromiso. Ante el Rochdale y el Arsenal podría haber descansado pero quiso jugar. Es fundamental en nuestro proyecto”, apuntó Solskjaer.
El Liverpool, por su parte, no se relaja a pesar de coronarse en Europa, obsesionado con reinar ahora en Inglaterra. A la encomiable competitividad que demuestra se le debe añadir la pizca de suerte que le acompañó ante el Sheffield y el Leicester, imprescindible para cualquier aspirante a ser campeón. Klopp jugó al despiste con respecto a los que regresan de lesión aunque se espera que Alisson recupere la titularidad y que Salah se junte con Firmino y Mané.
Un equipo que tiene una asignatura pendiente en Old Trafford. Un estadio casi maldito después de que solo haya sido capaz de ganar dos veces en esta última década. Ocurrió en 2009 y en 2014, ambos triunfos liderados por Steven Gerrard, autor de un tanto en el primero y de dos en el segundo. Con Klopp, sin embargo, el balance no es favorable: dos derrotas y dos empates: “No sirve de nada el historial. No creo que muchos quieran medirse al Liverpool”, desafió Jürgen, que sabe que ganar en la cancha del United significaría dar un paso muy importante ●