Chiefs vs. 49ers, apoteosis final
→ Kansas City y San Francisco buscarán el título el 2 de febrero en Miami: el juego de ataque total contra el genio estratégico y la defensa
→ Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers disputarán el domingo 2 de febrero en Miami la 54ª Super Bowl, un duelo inédito en la historia de las finales de la NFL y que opondrá dos maneras diametralmente opuestas de entender el fútbol americano. Será la tercera final para los Chiefs, en busca de su segundo anillo, mientras los Niners aparecen por séptima vez y, con cinco títulos en el zurrón cortesía de Joe Montana y Steve Young, van a por el sexto.
En la final de la Conferencia Americana (AFC) Kansas City se deshizo del ‘matagigantes’ Tennessee Titans (35-24), cuya tenaz resistencia doblegó en la segunda mitad, mientras en la final de la Conferencia Nacional (NFC) San Francisco trituró en un inicio fulgurante a unos desangelados Green Bay Packers (37-20), a los que dejó sin ninguna opción ya al descanso (27-0).
Si se valora el juego espumoso, de ataque sin contemplaciones, imaginativo y divertido, y se busca un quarterback estrella capaz de decidir un partido por sí mismo con un brazo portentoso o unas piernas volanderas, el favorito claro son los Chiefs. Su presencia en la Super Bowl no es una sorpresa para nadie desde que el pasado año emergiera la mayúscula figura de Patrick Mahomes.
Este joven QB (24 años) se pasó su año de ‘rookie’ sentado en el banquillo, digiriendo las enseñanzas del ‘coach’ Andy Reid y del titular Alex Smith. En su segunda campaña, la pasada, de destapó como un pasador prodigioso y un corredor valiente. Fue designado MVP de la NFL y se quedó a las puertas de la gran final tras caer en la prórroga ante New England Patriots, a la postre campeón.
Mahomes no está solo. Dirige una maquinaria ofensiva fabulosa. El receptor Tyreel Hill o el tight end Travis Kelce forman parte de la élite y cuando conectan con su quarterback son devastadores.
Si, por el contrario, lo que se valora es el genio táctico y la intensidad defensiva, la elección para la final son los Niners, un equipo que no alcanzaba el playoff desde 2013 . Su técnico, Kyle Shanahan, ha reinventado la franquicia tras dos años en construcción y sin los resultados esperados. Ha diseñado un juego de carrera primoroso, que empieza en unos bloqueos perfectamente ejecutados y que finaliza un cuerpo de runningbacks
letal e intercambiable; ayer el presumible nº 1, Tevin Coleman, se lesionó en el hombro y Raheem Mostert ocupó su lugar y anotó cuatro touchdowns. La figura del quarterback no es tan esencial como en otros equipos aunque Jimmy Garoppolo sabe sacar el brazo cuando es necesario. La otra carta ganadora de San Francisco es una zaga feroz, que ahoga al quarterback rival y no le da tiempo ni espacio para pensar ●