El cambio y el recambio
Se vieron cosas contra el Granada, pero es imposible consolidar un cambio radical en una semana. Lo que sí puede hacerse en dos es encontrarle a Setién un recambio para Suárez. Rodrigo vuelve a estar a la vista
Es imposible, mejor dicho, a uno le resulta imposible, extrapolar lo que vimos en el Barça-granada y extraer, a partir de los primeros 90 minutos de Setién, lo que vamos a ver en los próximos 2.000.
Si queremos ser negativos, y pese a los más de 1.000 pases conseguidos, podríamos decir que lo visto fue otra manera de aburrirse. Y es que la cuestión no es la cantidad de pases, sino la calidad de esos pases. Y ahí se apreció mayor tono de control defensivo que ofensivo. Con buen resultado, por cierto. Al líder le han metido 23 goles en 20 partidos y era una urgencia acabar con esa sangría. El Granada sólo creó una ocasión y en disparo desde fuera del área. Al palo, por cierto.
Es verdad, siendo positivos, que el control a través del balón ahorró sufrimientos a futbolistas y espectadores porque el Barça, que venía corriendo mucho hacia atrás (justo lo que más daño le hace, prácticamente sólo corrió hacia adelante, si bien es cierto que de sus 1.005 pases apenas 200 fueron en dirección a la portería del Granada.
Que Messi, con Suárez lesionado, jugase de falso ‘9’ no puede considerarse aportación de Setién. Todo el mundo habría hecho lo mismo. Sí lo es, en cambio que Sergi Roberto se quedara con los centrales para que Alba pudiese atacar por la izquierda y desgastarse sólo corriendo hacia arriba. Y también lo es optar por el dinamismo
de Riqui en el primer cambio estando el partido empatado a cero. Luego, con el rival con 10, ya fue todo más fácil.
Y una cosa más, los futbolistas que pueden ser protagonistas del cambio, de lo que se jugaba a lo que se quiere jugar, no estaban en el campo. De Jong tiene que crecer sí o sí con Setién .Y Arthur ,en plenitud, suena a titular del cambio. Y Riqui puede ser importante. Y Suárez, como finalizador, exactamente igual. No hay otro como él en la plantilla. Ni parecido. Más aún. No hay otro ‘9’. Vamos, que puede que acabe habiendo cambio pero no hay recambio.
La última palabra en este asunto la tiene el entrenador. Y el entrenador parece, sin haberse pronunciado rotundamente, que vería con buenos ojos la llegada de un punta. Mal tiempo el invierno para buscar ese tipo de objetivo pero hay nombres. Abidal, como ya ha explicado MD, dice que tiene los deberes hechos. Eso traducido significa que tiene más de un ‘9’ , con nivel Barça estudiado, esperando su llamada.
Ninguno de ellos es Victor Osimhen (21), que lleva 14 goles y 4 asistencias en el Lille. Un joven nigeriano al que ayer, en Francia, volvían a vincular con el Barça.
Y tampoco Timo Werner, que acumula friolera de 25 goles y 10 asistencias en 26 partidos con el Leipzig. No se busca a nadie con tanto tiempo para adaptarse como necesite Suárez para recuperarse. Y eso hace pensar en un futbolista que conozca la Liga. Más aún, que juegue en la Liga.
Repasando los movimientos del Barcelona para esa posición hechos en el mercado nacional, el nombre que surge inmediatamente es el de Rodrigo Moreno, delantero del Valencia, próximo rival del Barça en la Liga, que ahora está lesionado, que será baja para el partido de Mestalla y cuya recuperación se estima en días, no en semanas. Antes, en todo caso, de cerrarse el mercado.
A propósito conviene recordar que el Barça negoció en primavera, antes de que la propiedad despidiera a Mateo Alemany, la compra de Rodrigo y meses más tarde el Atlético de Madrid le tuvo prácticamente firmado. La cosa estaba tan hecha, que el futbolista, con el visto bueno de Peter Lim y la oposición del entonces entrenador Marcelino, llegó a despedirse de sus compañeros. A última hora no se cerró la operación. El Atlético se olvidó de él, y estos días se está moviendo para fichar a Cavani, y el Barça está madurando volver a pujar por él. Enero va a ser largo