El Barça estuvo 67 minutos sin chutar
→ Fue Rakitic con un tiro fácil para el portero, antes del ‘dos de dos’ de Griezmann
→ El partido de Ibiza seguramente enfriará, aunque sea por un rato, la consagración de las estadísticas entre el barcelonismo. Se habló mucho y bien de los 1.002 pases que dio el Barça ante el Granada para ganar 1-0. Esta vez, el equipo azulgrana no llegó a tanto. OPTA informó que se quedó en 718 pases y, a cambio, marcó dos goles. Así que si se hace una simple lectura estadística, si alguien no vio el debut azulgrana en la Copa podría llegar a la errónea conclusión de que el Barça atacó mejor que la noche ante el Granada. Es evidente que no fue así. Y como los datos son como los trajes de sastrería, porque cada uno se puede hacer el suyo a medida, ahí va uno que retrata mejor que nada lo que fue la actuación del Barça: el primer chut a portería llegó en el minuto 67.
El autor del tiro fue Ivan Rakitic y si se contabiliza es porque el balón acabó entre los tres palos, aunque probablemente el portero del Ibiza no haya parado un remate más sencillo en lo que va de temporada en Segunda B. Los otros dos chuts bien dirigidos fueron cosa de Antoine Griezmann, en realidad el gran triunfador de la noche, pues siempre podrá decir que metió los dos únicos balones en condiciones que le llegaron. Así que el nivel de puntería del Rey de Copas fue elevadísimo: tres tiros, dos goles.
Autocrítica
El propio Quique Setién admitió sin remilgos tras la clasificación que su equipo no le había gustado, por mucho que anotara el doble de goles que ante el Granada sin necesidad de invertir tanto toque.
Hubo más detalles numéricos que invitan a la reflexión. El Barça tuvo una posesión de balón otra vez muy alta, que alcanzó el 78%, ligeramente inferior a la que tuvo ante el Granada, que superó el 80%. El Barça, además, tocó la pelota hasta 980 veces.
Posesión intrascendente
¿Pero de qué sirvió?, ¿tuvo algún tipo de profundidad o intención ofensiva? Ahí los datos indican que del total de 718 pases, sólo 187 fueron hacia delante. Esa realidad retrata mucho más fidedignamente la impresión que transmitió el partido, de una intrascendencia tan acusada que no debería repetirse.
Hubo quien ante el Granada, ante el cual el Barça dominó todos los registros de juego, acusó al equipo de escasamente ambicioso, pero visto el partido de anoche habrá que decir que aquello, comparativamente, fue poco menos que una exhibición. Miren por dónde, lo mejor fue el resultado ●