Jornada redonda
Muchos pensaban que la jornada era propicia para que el Barça se dejara algunos puntos con la visita del Getafe, un equipo correoso y que nunca da un balón por perdido, pero ha resultado al revés. Tanto el Real Madrid, el Atlético y el Sevilla fueron los que empataron sus respectivos partidos este fin de semana, dejando una jornada prácticamente redonda para los intereses azulgrana a nivel de resultados. Los blancos incluso pincharon habiéndose puesto por delante en el marcador en casa. El liderato está ahora a solo un punto y todo puede pasar en una Liga que está más igualada que nunca, incluso en la parte baja, donde todos aprietan para alejarse del descenso. Es más, esta jornada es un claro ejemplo de lo que nos puede esperar de aquí hasta final de temporada, momento en el que los puntos van muy caros, y demuestra que no hay ningún equipo en el campeonato que vaya sobrado a la hora de sacar adelante sus partidos. Todos van justitos.
Si hablamos a nivel de juego es otro tema. El Barça sigue teniendo partidos a rachas, con algunos altibajos, y ante el Getafe no fue una excepción. El equipo de
Bordalás es uno de los más complicados de jugar en esta Liga, por su intensa presión al hombre a casi todo el campo y su planteamiento incómodo, y el Barça tuvo momentos en los que encontró soluciones para desarmar el entramado defensivo del rival, pero en los últimos diez minutos se terminó sufriendo demasiado para mantener la ventaja en el marcador y llevarse los tres puntos para casa. Quique Setién está buscando la tecla para hacer su fútbol, pero tampoco tiene los elementos para hacerlo cómo él querría. Con la plantilla corta que hay es complicado poder introducir sus ideas y más a mediados de temporada. El Barça tiene una serie de jugadores que están acostumbrados a una forma de hacer y a estas alturas es difícil de hacer cambios importantes sin un periodo de adaptación. Lo que parece claro es que se quiere mantener el 4-3-3 que tantas alegrías ha dado al club y eso es una muy buena señal. Habrá que esperar tres o cuatro jornadas más para poder ver su trabajo en el terreno de juego.
Todo esto en una nueva semana en la que se habla de fichar a un delantero para suplir al lesionado Dembélé. Tengo la ventaja que puedo hablar y no me tengo que mojar. Desde que se baraja la posibilidad de fichar a un atacante se ha hablado de cinco o seis nombres diferentes, pero para jugar en el Barça solo valen uno o dos, y parece que no son ninguno de estos cinco o seis que suenan últimamente. Por el Camp Nou han pasado en los últimos años jugadores como Malcom y Boateng que jugaron muy poco, sin pena ni gloria, y creo que si llega un delantero en los próximos días correrá la misma suerte que sus antecesores. Incluso Alcácer, un buen delantero, no fue capaz de asentarse como delantero suplente de Suárez. O fichas con la idea de que el refuerza tenga continuidad la próxima temporada o fichar un parche no vale la pena. Y menos cuando ya no te estás jugando la Copa del Rey, competición que sería idónea para que el fichaje pudiera disputar minutos y dar descanso a los titulares en el frente de ataque. Veremos si el club termina moviéndose tras recibir la autorización de Laliga para poder fichar, pero espero que no hagan experimentos. Jugar en el Barça está al alcance de pocos y debería seguir siendo así