El Chelsea reanima al United
→ El conjunto de Solskjaer se impuso con un gran Bruno Fernandes y una versión madura de todo el equipo
→ El United tiene ese intangible propio de cualquier equipo grande, capaz de despertar en el peor de los escenarios. Se ha acostumbrado a crecerse en Stamford Bridge ante un Chelsea que no pudo descodificar el plan de Solskjaer, beneficiado por la llegada de Bruno Fernandes. Encontró el 0-1 en Martial y sentenció con un tanto de Maguire para acabar celebrando el triunfo en el tramo final con el debut de Ighalo (0-2).
Fue un partido abierto, zarandeado por Kovacic y por Bruno Fernandes. Las dos caras visibles de una noche sin pausa. El jugador croata abarcó tanto terreno como pudo, sobre todo tras el abandono forzado de Kanté por lesión. Sin el pulmón del francés, su socio tuvo que multiplicarse y encargarse de todo: salir, conducir y decidir. Casi como el portugués en el United, noticia de alcance para un equipo que ha encontrado el faro y la luz en el ex del Sporting.
Siempre acertado con el balón, Bruno Fernandes hace cosas que no hacen Lingard o Pereira. Un lunes no fue excusa para apelmazar a Chelsea y a United, apasionados en Stamford Bridge. Una cita en la que Lampard confirmó que Kepa no es de su agrado. Otra vez suplente, el meta cedió el testigo a Caballero y puso de manifiesto que su etapa en Londres pende de un hilo.
Abraham no entró en la lista por molestias y el equipo tuvo menos pólvora con Batshuayi. Sin ser un fútbol de salón, el United dominó la escena y maduró el compromiso hasta el 0-1 al filo del descanso. Un remate de manual de Martial con la testa tras una asistencia primorosa de Wan-bissaka. Al Chelsea le costó reponerse pese al intento incansable de Willian y de Pedro, otro inesperado tras una temporada venido a menos a las órdenes de Lampard.
Está muy vivo el United, crecido frente a rivales de entidad. Se le da bien a Solskjaer la cancha del cuadro de Londres, también esta vez en Premier. Anulado un tanto de Zouma por falta previa, no sirvió para descentrar a su rival sino para que tomara conciencia de que necesitaba el 0-2. Y llegó. Bruno Fernandes le puso un centro calculado a Maguire para que senten- ciara al Chelsea o le dejara casi sin opciones de sacar algo positivo.
No le sonrió la suerte al equipo local. Ingresó Giroud y al francés le anularon un gol por fuera de juego, metáfora de que no iba a ser la noche para un Chelsea que rea- nimó al United y le invitó a la pelea por el cuarto puesto. Un triunfo que coronó con la entrada de Igha- lo en un United que quiere volver a ser grande. En Londres puso otro argumento sobre la mesa ●