Más ‘tocado’ por la reunión que por la pitada
Josep Maria Bartomeu acabó la reunión no oficial de la junta directiva celebrada el pasado viernes ‘tocado’. El presidente detectó cómo algunos de los directivos en los que más ha confiado, hasta el punto de darle más galones, le presionaban con vehemencia para exigirle algo que él ya tenía previsto realizar: una investigación exhaustiva del caso de las redes sociales. Y aunque públicamente no se le pidió que dimitiese, según apuntan diversas fuentes de la junta, sí que sabe el presidente que hay directivos que verían bien que diese un paso al lado y dejase o al vicepresidente Rousaud (candidato continuista) o al vicepresidente Cardoner (el más conocido y con más antigüedad) al frente del club hasta el final del mandato. Mientras, estos directivos se justifican diciendo que el presidente ya le hacía más caso a su asesor, Jaume Masferrer, que a ellos.
Ayer, ya en el Camp Nou, Bartomeu aguantó estoicamente las protestas de los socios. Le disgustaron, obvio, pero las acató con deportividad porque sabe que el socio es el amo del club y que el horno no estaba para bollos. Eso sí, dado que no es una persona visceral, siguió con normalidad la rutina de los partidos atendiendo a la junta del Eibar y bajando al vestuario a felicitar a Setién y el equipo. Abajo incluso se permitió alguna broma para relajar la tensión anterior. El 5-0 también fue balsámico. Quienes más le conocen le ven con fuerzas de seguir al frente de la nave. Eso sí, pese a ser de reacciones frías, habrá que ver cómo le afecta el castigo recibido ayer ●