La junta de Bartomeu: dimisión no rima con ilusión
No hacía falta saber detalles de la patética comida de directivos del viernes, ni ver la contundente “pañolada” a Bartomeu del domingo, para intuir que Emili Rousaud no ganará las elecciones a la presidencia del Barça. Ni en 2020, ni en 2021 que es cuando se deben celebrar. No es cuestión de candidato. Ni Jordi Cardoner, que Bartomeu siempre pensó que sería su delfín, ni Oriol Tomàs, que tenía muchos de los ingredientes para ser un buen presidente, tampoco lo hubieran conseguido. Es una cuestión de hastío, de diez años de un mismo modelo y de necesidad de cambio en el barcelonismo. Ni que el Barça gane la presente Liga y la Champions, que como bien dice Messi será difícil que nos alcance, no le doy opciones al candidato continuista. Básicamente, porque en ellos mismos percibo más cansancio que ilusión. Y el Barça tiene que transmitir ilusión, desparpajo, valentía y alegría por parte de quienes lo rigen. Detecto ilusión en Moix, con el reto del Espai Barça, en Vilajoana , que merecería ser el vicepresidente deportivo, en Bellver por ser el último en llegar... Bartomeu, ante esta tempestad poco casual, demasiado solo y con una junta súbitamente miedica y desleal, debe buscar lo mejor para el Barça, pensando en presidente. Con el rigor de Núñez ,la determinación de Laporta y la independencia de Rosell ●