LA CARTUJA ESPERA A LA REAL
→ Los txuri urdin no fallan en Anduva y disputarán la final el 18 de abril en el estadio sevillano → Oyarzabal marcó de penalti en la primera parte y dejó encarrilada la eliminatoria → El Mirandés, ‘mata gigantes’ del torneo, no perdía en su campo desde
La Real Sociedad es el primer finalista de la Copa del Rey tras volver a ganar en el partido de vuelta al CD Mirandés por 0-1. El equipo guipuzcoano, 32 años después de disputar su última final copera, perdida ante el Barça en 1988, luchará el 18 de abril en el estadio de La Cartuja para ganar su tercer trofeo. Su rival será Granada o Athletic, que hoy se miden en el Nuevo Los Cármenes con ventaja de la ida para los leones (1-0). El conjunto txuri urdin impuso su calidad ante el ‘mata gigantes’ de esta edición, pues se había ‘cargado’ a tres ‘Primeras’ (Celta, Sevilla y Villarreal). Lo hizo además en un estadio que no veía perder a su equipo desde el 24 de agosto de 2019, cuando cayó ante el Cádiz. Desde entonces, 18 partidos consecutivos invicto (ocho victorias y diez empates).
Desde el pitido inicial la Real se ciñó el mono de trabajo consciente de la dificultad que entrañaba el duelo. Para nada salió relajado el equipo de Imanol Alguacil pese al favorable 2-1 de la ida mientras el Mirandés, fiel a su estilo, intentó sorprender con balones largos a los defensas txuri urdin, que no cayeron en la trampa, controlando al goleador Mattheus y a los mediapuntas locales.
Gran Januzaj
El planteamiento atrevido de la Real ante un Mirandés que encaró el choque con dos días menos de descanso propició que las mejores ocasiones de la primera parte fueran suyas. Así, Januzaj, un incordio por la banda derecha, ya avisó en el minuto 7 con un remate de cabeza que se fue fuera por poco.
Aunque el fútbol combinativo por parte de ambos equipos apenas existió, pues la posesión de balón estuvo muy repartida, la Real dejó patente que era la que marcaba el ritmo y fruto de ello, antes de llegar a la media hora, dispuso de otra buena opción, esta vez con un trallazo de Willian José desde fuera del área que despejó con problemas el portero Limones. El conjunto donostiarra se imponía en el césped pese al derroche físico del Mirandés, que seguía sin acercarse al área de Remiro, todo lo contrario que los visitantes, que otra vez acariciaron el gol en un chut de Januzaj que desvió ‘in extremis’ el lateral Franquesa.
Llega el 0-1
A la cuarta ocasión que el cántaro blanquiazul se aproximó al área de Limones se acabó rompiendo. Así, en el minuto 40, una internada de Zaldua finalizó con un centro del lateral al área y el balón en el brazo de Malsa. Penalti claro. El lanzamiento desde los once metros lo transformó con sangre fría el especialista Oyarzabal.
Ya en el tiempo de añadido, Merino intentó sorprender a Limones con un chut lejano que tuvo buena respuesta por parte del portero. Con 1-0 se llegó al descanso.
Tras el paso por los vestuarios, el Mirandés, que necesitaba dos goles para al menos forzar la prórroga, intentó meter una marcha más, aunque fue la Real, a través de Januzaj, la que pudo marcar.
Pese a la ventaja de la ida (2-1), los de Imanol no se confiaron y fueron a por la victoria
Su chut de rosca, sin embargo, lo repelió el travesaño. La acción no desanimó a un Mirandés honesto y trabajador, que en el minuto 51 dispuso de su primera gran oportunidad, pero el chut de Guridi fue interceptado por Zaldua cuando encaraba el camino del gol.
Querer y no poder
A la hora del partido ambos entrenadores empezaron a mover sus banquillos y Andoni Iraola, tras tener su equipo otra ocasión en un cabezazo de Mattheus que detuvo Remiro, quemó sus naves metiendo a un delantero, Marcos André, y ya en la recta final a Mario Barco, otro atacante. La presencia de ambos, sin embargo, aunque acabó embotellando a la Real en su área (Mario Barco puso en aprietos a Remiro), no dio los frutos esperados, pues el equipo txuri urdin se defendió con criterio para acabar ganando en Anduva a un voluntarioso Mirandés y empezar a soñar ya con la final del 18 de abril en La Cartuja ●