LETAL AL FINAL
→ El Barça demuestra otra vez que es capaz de ganar partidos incluso jugando a trompicones → Esta vez fue Álex Abrines quien, con su talento, ajustició al Alba Berlín, que llegó a mandar por 11
Lo había dicho el propio Svetislav Pesic antes de viajar a Berlín: “no jugamos muy bien, pero sí lo suficiente para ganar”. Pues la historia se repitió ayer en tierras alemanas, donde el equipo azulgrana jugó un partido tan discreto como irregular pero que acabó con el mismo signo que los últimos siete que ha disputado en esta Euroliga, con una victoria. Al final el Barça logró imponerse al Alba Berlín por 80-84, lo que le permite mantener su codo a codo (21-6) con el Real Madrid por la segunda plaza de la clasificación, en manos de los blancos solo por su mejor ‘basket average’.
Pesic también había dicho que “necesitamos tener menos altibajos”. El técnico serbio deberá seguir haciendo incidencia en ese mensaje pues su equipo continúa funcionando a tirones, propulsado más por el acierto individual que por el juego colectivo. Hay momentos en que sí que se ve un buen juego de equipo, como en el primer cuarto de este duelo ante el Alba, en el que los de Pesic defendieron bien y jugaron con criterio y rapidez en ataque para abrir una cómoda ventaja de 9 puntos tras los primeros diez minutos (18-27). Pero esa buena imagen se diluyó por completo en el segundo cuarto, en el que la losa de las pérdidas de ba
y los desajustes en defensa hundieron al Barça, que tras encajar un parcial de 28-11 llegó al descanso 8 puntos abajo (46-38).
El Alba, que tenía de baja a su máximo anotador, Rokas Gedria
tis, se estaba limitando a realizar su juego, con mucho ritmo en ataque y todos los jugadores con licencia para tirar. El trabajo de Sikma sobre Mirotic (8 puntos de tiro libre al descanso) restaba oplón
ciones ofensivas al Barça.
El Barça siguió vagando por la pista en el arranque de la segunda mitad, con Marcus Eriksson colocando la máxima ventaja para el Alba con cinco puntos seguidos (53-42). Fue ahí cuando sonaron las sirenas de alarma para el Barça, que empezó a defender con más intensidad hasta darle la vuelta al marcador y entrar por delante (6266) al último cuarto.
A partir de ahí el partido no ha tenido un dominador claro y los minutos finales fueron un intercambio de golpes. En un escenario como ese el Barça tenía todas las de ganar, solo hacía falta esperar a ver quién era el jugador que imponía su talento en esa recta final. Esta vez le tocó el turno a un Álex Abrines casi infalible.
Una vez más, el Barça volvió a ganar un partido discreto con un final de mérito. El equipo azulgrana juega con red y la está aprovechando. Ojalá llegue un momento que no la necesite ●