Habrá referéndum ‘Espai Barça’
La mayoría del consejo entiende que desde 2014 la realidad es tan distinta que los números que han elevado el presupuesto y el modelo de financiación acordado exigen el paso de los socios por las urnas
El proyecto más ambicioso y probablemente más relevante de la historia del club, arrancó con un referéndum el 5 de abril de 2014 y terminará con otro en 2020. En la consulta de hace seis años, la victoria del ‘Sí’ fue rotunda. Un 72,3 % de los 37.535 socios apoyó la iniciativa del consejo directivo. Un 25,54 votó en contra y se registró un 2,09 de votos en blanco o nulos.
La grandes cifras de la operación se presupuestaron en 600 millones que provendrían de tres fuentes: 200 de recursos propios, 200 de los bancos y 200 por el denominado ‘Title Rigths’. Es decir, el apellido comercial del Camp Nou que, por otra parte, se convirtió en concurso de adjudicación de las obras de remodelación que, en marzo de 2016, ganó el despacho japonés Niken Sekei. La inversión estimada: 420 millones. Las grúas aún no han aparecido en el estadio por más que en el entorno sean visibles las obras. La más evidente, la demolición del Mini sobre cuyos recuerdo se levantará el nuevo Palau Blaugrana.
Durante los seis años siguientes al primer día han pasado tantas y tantas cosas que el presupuesto inicial se ha disparado por distintas causas. Entre ellas, la urbanización y cesión pública de terrenos propios en la negociación con el Ajuntament. Y más cosas, como la negociación con Scranton Enterprises (Grifols) para los ‘Title Rights’ que estuvo
prácticamente cerrada en 266 millones que iban a ser adelantados por los compradores. En último momento se rompió todo al considerar el FCB que la propuesta era insuficiente ante las nuevas perspectivas de negocio. Y es que, por una parte, era obvio que se podía ganar más dinero con la remodelación del Camp Nou y, por otra, no era menos evidente que los costes se estaban disparando.
El presupuesto, disparado por distintos motivos, fue desbordándose hasta llegar a la calle. Se habló primero de 700 millones, luego de 800, más tarde 815. Estas cantidades fueron retrasando la solución y el modelo de financiación elegido, absolutamente distinto al original, que debía ser refrendado por una Asamblea Extraordinaria que ha tenido varias fechas previstas y que, según nos consta, ya no se celebrará.
Una de las propuestas estudiadas fijaba la convocatoria para este fin de semana coincidiendo con la visita de la Real Sociedad. Otra la retrasaba para hacerla coincidir el 22 de este mismo mes con el Barça-leganés pero, como queda dicho, ya no será ningún día. Externa e internamente, pese a la oposición inicial de algunos directivos (como el vicepresidente Cardoner), la mayoría del consejo (apoyando/entendiendo la iniciativa de Emili Rousaud) entiende que las cifras y las circunstancias han variado lo suficiente como para convocar un referéndum.
Socios como Víctor Font, precandidato, o Evarist Murtra, oráculo del sentido común, ya se habían posicionado en que, basándose en el artículo 13 de los estatutos, sólo las urnas (“en cuestiones de especial trascendencia”) podían resolver la cuestión de un proyecto que, al mismo tiempos, ellos también consideran prioritario e imprescindible. Una cuestión para la que el FCB tiene atado un préstamo con Goldman
Sachs, Sabadell, Caixa y Santander cifrado en 700 millones, con larga carencia, que llegarían al club a cambio de ingresos futuros de la remodelación. Una magnitud sobre la que acabarán decidiendo todos los socios y no sólo unos pocos compromisarios