Esto puede ir para largo
Jamás he vivido una situación de alarma mundial como la que estamos viviendo estos días. Alguna vez jugamos, en mi época, algún partido a puerta cerrada y recuerdo perfectamente, cuando hubo el golpe de estado del 23-F, en la que fue mi última temporada como jugador profesional en activo, la preocupación que se generó por si la situación se complicaba y había que suspender la Liga. Sin embargo, la crisis duró a efectos prácticos un día. Ahora esto va en serio. Llevo una semana encerrado en casa, haciendo caso de lo que aconsejan y quedándome en cuarentena. Hay gente que se lo toma a cachondeo, pero esto es serio y cada día va a más. Hay muchos que empiezan a asustarse ahora, cuando ya le vemos las orejas al lobo.
Temo que van a ser más de los quince días de los que todo el mundo habla. Llevamos casi una semana y, por lo que veo, de momento cada día va a peor y el ritmo de infecciones es superior en España de lo que fue en China o en Italia. Así que dudo mucho que en dos semanas haya regresado la normalidad, tanto en el fútbol como en la sociedad en general. En realidad, no tenemos ni idea de lo que está pasando realmente ni de la magnitud real del problema. ¿Terminará?, ¿no terminará?, ¿cómo sé que no estoy infectado?... Todo el mundo habla, pero en realidad nadie sabe mucho del tema.
De manera que tengo claro que, en lo que concierne al deporte, esto puede tener un desenlace complejo. Aunque parezca que el verano queda lejos, hay en realidad poco tiempo por delante. Se puede complicar mucho el desenlace de las competiciones que están en juego. Mucho más de lo que ya lo están. Está pendiente la final de Copa, hay todavía partidos de octavos de final de la Champions y de la Europa League por jugarse y me da la sensación de que no es nada improbable que no se pueda terminar todo.
No me desagrada la solución que se está barajando para aplicar a las competiciones europeas, Champions y Europa Legue: acabar los octavos y después jugar a partido único. En realidad, me parece la única solución viable si comienzan a alargarse los plazos de la cuarentena, una posibilidad que, cuando ya hemos pasado un fin de semana sin fútbol, insisto en que me parece razonable, porque no da la sensación de que el tema haya empezado a remitir, sino más bien todo lo contrario.
La Liga es otra cosa. Es un capítulo más complicado, porque quedan once jornadas todavía por delante. Y hay que buscarle un final. Desde luego, la solución que se adopte no será la mejor en ningún caso. Decidan lo que decidan, siempre habrá quien lo considere injusto, por un motivo u otro. Si no se pudiese jugar más y se declarase al Barça campeón, tendría sentido. Es como cuando se interrumpe una carrera de motos, por ejemplo, y se da vencedor al que va primero en aquel momento. Pero seguro que habrá quien entienda que es injusto y que prefiere otra solución. Para mí, sería justo.
Lo que está claro es que todo pasa por aplazar la Eurocopa al próximo verano o incluso al mes de diciembre, como se ha planteado, porque tengo muy claro que será necesario utilizar el mes de junio si se quiere tener las Ligas finalizadas en julio, hacer vacaciones y que el fútbol regrese con total normalidad, si el coronavirus lo permite a aquellas alturas, en agosto. A ver qué decide hoy la UEFA