Los clubs son la prioridad
Queda claro, supongo, que cualquier solución no deportiva a la crisis de fechas causadas por el Covid-19 será motivo de rechazo y polémica porque habrá siempre alguien o alguno que saldrá perjudicado, ya que será imposible tomar una decisión justa y aceptable para todos.
En esta tesitura cabe establecer premisas para saber hasta dónde alcanza el problema en las competiciones domésticas españolas y la mayoría de países en su mismo caso. La primera es que la Eurocopa deberá aplazarse un año, a junio de 2021. Jugar la Eurocopa y, a la vez, acabar las competiciones de clubs es imposible antes del 30 de junio. La segunda es que la Liga necesita 11 fechas (o fines de semana) para terminar y la Champions y Europa Liga, 6 más (martes, miércoles y jueves). O sea, 17 ventanas, con la final de la Copa en fecha Champions.
Suponiendo que la actividad se reanude a partir del 19 de abril, o sea, dentro de un mes, y la competición desde el 26 de abril, desde esta última fecha hasta el último día de junio hay 20 ventanas disponibles, dos por semana, que serían 21 si se cuenta el 30 de junio, que cae en martes. Hay, pues, fechas suficientes para terminar todas las competiciones sin merma deportiva alguna. Y aún quedarían tres más de margen, caso de reanudarse el 10 de mayo, que sería la fecha tope.
Que los campeones, ascensos y descensos se decidan en un despacho es la peor solución y más porque anular las competiciones supondría un golpe económico brutal para los clubs, que son la fuente que nutre y alimenta todo el tinglado. Ellos, y no las selecciones nacionales, son prioridad a proteger y salvar ●