El Open, vía cerrada hacia Tokio
→ El finalista (8º) en Río’16 explica cómo se ha modificado su temporada tras la cancelación del principal evento clasificatorio para los Juegos
→ “Llegué a Mallorca en la madrugada del sábado al domingo. Estábamos en Sierra Nevada y tenían previsto cerrarla ayer. Pero no tengo ni idea de cuándo podré volver a Barcelona”, cuenta. Lo dice ‘Joanllu’ Pons, líder de la natación española en el pasado Mundial de Gwangju, en el que con una cuarta plaza en los 400 estilos enseñó sus credenciales a un año de los Juegos Olímpicos de Tokio.
A poco más de cuatro meses para ellos, no obstante, su preparación y su planificación son una incógnita. El CAR de Sant Cugat y las piscinas de los clubes están cerradas en plena crisis del coronavirus y Sierra Nevada asomaba prácticamente como la única opción de la selección para seguir con su rutina.
Allí entrenaban todos con la vista puesta en el Open de Primavera de Sabadell previsto del 1 al 5 de abril, el evento principal clasificatorio para los Juegos. Sin embargo, fue suspendido el pasado jueves. Son incógnitas el hecho de si se podrá disputar y, en ese caso, cuándo. “No nos han dicho nada sobre cómo va a ser la clasificación olímpica. Solo que por favor entendiéramos la decisión y que era una medida tomada por seguridad y responsabilidad”, cuenta Pons. La RFEN ofreció a los nadadores la oportunidad de entrenar en el CAR de Sant Cugat, pero el positivo de un trabajador también ha cerrado esta opción. “Ha sido duro porque ha venido de golpe. Tras cuatro años entrenando, ahora estamos sin rumbo. Pero es un tema de responsabilidad y de cuidar a los demás”, explica el balear.
Planificación distorsionada
Pons y su técnico Jordi Jou, al igual que sus compañeros del Sant Andreu, se han visto obligados a modificar su rutina de entrenamiento. El bajón del pico de forma que tenían previsto después del Open lo harán ahora para volver a subir si se presenta la oportunidad de que haya un evento clasificatorio más adelante.
La natación española tan solo ha disputado un evento preclasificatorio, en Ámsterdam en diciembre, en el que Pons, Jessica Vall, Lidón Muñoz, Hugo González, Mireia Belmonte, Jimena Pérez y María de Valdés (estas tres últimas en 1500 libre) consiguieron nadar en mínimas olímpicas. Caben dos por prueba para Tokio, pero la RFEN no se ha pronunciado acerca de la opción de cambiar criterios para otorgar plazas directas a los nadadores que ya tienen mínimas. Todos tienen que ratificar aún su clasificación.
“Estamos un poco más tranquilos, pero a muchos nos hacía mucha ilusión el Europeo de Budapest (del 11 al 17 de mayo) y el Open era el único evento para hacer esas mínimas continentales”, cuenta Pons.
Un Europeo de Budapest, también clasificatorio para Tokio, cuya celebración está en el aire. Puede que tampoco valga para luchar por los billetes a Japón. “Si no podemos nadar, me gustaría que el Ciutat de Barcelona de junio fuera clasificatorio. Aunque lo ideal sería poder hacer un evento aunque fuera una semana antes del Europeo y que entre ese campeonato y Budapest se hiciera la selección olímpica”, dice Pons. Sin saber cuándo podrá volver a entrenar, lo único que tiene claro es que la vía del Open de Primavera, la principal en la búsqueda de los Juegos, está cerrada ●
“Estoy en Mallorca y no tengo ni idea de cuándo podré volver a Barcelona a entrenar” “Con la mínima de Ámsterdam estamos más tranquilos, pero a muchos nos hacía ilusión el Europeo” “Si no podemos nadar antes, me gustaría que el Ciutat de Barcelona fuera clasificatorio para los Juegos” “La suspensión del Open ha sido dura porque ha venido de golpe. Tras cuatro años entrenando, estamos sin rumbo”