Será más barato
El bloqueo general de la práctica del deporte no se había dado ni en tiempos de guerra. Cuentan las crónicas que el fútbol era practicado en las zonas neutrales que separaban las trincheras enemigas. George Orwell lo explica en su “Homenaje a Cataluña” tras visitar los escenarios del frente de Aragón. En la Gran Guerra se llegaron a organizar partidos entre soldados enemigos el día de Navidad. La novedad hoy es que el parón preventivo en todas las competiciones se produce sin que nadie dispare un solo tiro. No es una guerra militar sino un estado sicológico, entre el pánico y la incertidumbre, causado por un virus que ha llegado de Oriente. La primera consecuencia es que, de forma abrupta, las televisiones pierden audiencia, captan menos publicidad y no pueden cumplir los contratos millonarios con los clubs. No hay dinero para pagar las fichas millonarias a jugadores estrella. Cristina Cubero hablaba ayer de poner fin a la lujuria en el fútbol y establecía el limite de 100 millones de euros para el fichaje más caro. Todavía me parece abusivo, Cristina. Cuando el principal énfasis del fútbol se puso en el negocio se entró en la deriva de crear mitos que no valían lo que se les pagaba. No será el mercado sino un virus que ataca indiscriminadamente el que imponga racionalidad a un mundo de fantasías alejadas de la vida ordinaria de los humanos. Volverá el futbol, regresará la pasión, el deporte será de nuevo un factor de rivalidad y convivencia. Pero será un poco más barato ●