El ejemplo del Liverpool
Si la pasada semana comentaba, en esta misma sección, que me daba la impresión de que esto puede ir para largo, me reafirmo y subo la apuesta. Veo muy complicado el desenlace de la temporada, en todos los sentidos. De momento, la Federación y Laliga han puesto la fecha de finales de abril para volver a la competición y poder finalizar el 30 de junio, pero yo no lo veo tan claro.
Miren, yo creo que es básico, en la situación en la que estamos todos actualmente, no obsesionarnos con objetivos o con hacer determinadas cosas. Hay que ser capaz de ir habituándose a las situaciones tal como llegan. En este caso, no sé si es buena idea marcarse la fecha del 26 de abril, como ha hecho Laliga, porque puede generar estrés. No olvidemos que, para jugar en aquel fin de semana, las plantillas deberán ponerse a trabajar un par de semanas antes, porque los jugadores no pueden salir a correr y a jugar, sin más.
Ahí está el caso del Nápoles, por ejemplo, que me parece una locura. Ya van un par de veces que han anunciado la vuelta a los entrenamientos y después se han tenido que echar atrás. Convoca, anula, convoca, anula... y total, ¿para qué?, ¿supone eso una ventaja para el momento en que se juegue, si es que se juega, la vuelta de Champions contra el Barça?, ¿o en la lucha de la Liga?, a mí me parece que no, que toda esa montaña rusa genera más estrés que otra cosa.
Más que nunca, hay que tener calma. Sobre todo, en el día, muy condicionado por una situación que no dominamos, pero también en los planteamientos de medio y largo plazo. Por ejemplo, en la remodelación de la plantilla. Yo no me atrevería a hacer ningún pronóstico de qué podrán hacer los equipos, entre ellos el Barça, en verano. No sabemos qué va a pasar, cómo va a finalizar la temporada. La sociedad afronta una catarsis colectiva económica muy grande y el fútbol no puede ser ajeno. Por lo tanto, calma. Adelantar acontecimientos puede hasta ser ruinoso.
Si nos atenemos a lo que hemos visto deportivamente hasta que se suspendieron las competiciones, el Barça no tiene muchas necesidades acuciantes en la plantilla. Si acaso, falta algo de profundidad de banquillo, es cierto, pero eso sin las lesiones no pasaría. Por ejemplo, se lesionó Suárez y, cuando parecía que Setién podía contar con
Dembélé como refuerzo en la delantera, el francés también se rompió.
Pienso que, en aquellas circunstancias, el fichaje de Braithwaite estuvo acertado. Aparte de esa pieza, lo que creo que le faltaba al Barça antes de que se detuviese el fútbol era continuidad. Le costó encontrar un equipo ideal, pero creo que Setién lo tenía ya bastante claro. Ahora debe ir con mucha precaución.
Quiero decir que veo muy difícil el mercado sin poder cuantificar exactamente las pérdidas por el parón de la actividad. Entiendo que los clubs y las Ligas quieran volver cuanto antes, pero hay que ser realista y no lo veo muy factible. El mercado se va a poner muy complicado, porque no va a haber mucho margen de maniobra, por lo tanto no sé hasta qué punto es prudente hacer grandes cambios en las plantillas.
Va a haber transformaciones que desconocemos. Y si no, ahí está el ejemplo del Liverpool. Era la referencia, imparable, invencible, demoledor. Y el Atlético, en cambio, era el más flojo de los últimos años... y va y gana en Anfield. A veces las cosas no serán en el futuro como pensamos, o sea que calma