Esperando un soberbio 2021
→ El aplazamiento de los Juegos subraya la espectacularidad del próximo año deportivo siempre que el coronavirus deje de ser una amenaza
→ El COI decidió ayer al fin “lo que Tokiaba”, broma y juego de letras de un compañero que sirve para plasmar al menos con una sonrisa una decisión impepinable desde hacía tiempo: el aplazamiento de los Juegos de Tokio al año 2021. A menudo nada mejor que la ironía para revelar según qué papelones, el del COI en este caso. En medio de esta crisis mundial por el coronavirus, el Comité Olímpico Internacional debía erigirse en locomotora deportiva y, sin embargo, ha quedado relegado a un ramplón furgón de cola, siempre reaccionando tarde y mal.
El COI no sólo ha perdido una gran ocasión para mejorar su imagen, sino que ha demostrado que sigue siendo una institución tan peculiar como alejada del mundanal ruido, más celosa de sus propios intereses que de cualquier otra cosa. Y el COVID-19, desde luego, exigía otro trato y tacto. Nadie discute la complejidad de posponer una cita de la magnitud de los Juegos, de ahí la tardanza y la tibieza del organismo olímpico, pero para eso está el COI, para resolver grandes problemas igual que celebra los grandes éxitos.
Entrenamientos deficientes
Hacía días e incluso semanas que deportistas, federaciones y comités nacionales pedían casi a gritos el aplazamiento de los Juegos. Con su presidente a la cabeza, Thomas Bach, el COI siempre respondió que aún era pronto para tomar esa medida, como si los torneos preolímpicos pendientes, los entrenamientos deficientes o el estrés de los deportistas por tanta incertidumbre fuesen razones baladíes.
Sólo la presión general hizo que el COI se reuniese de urgencia y redactase el domingo pasado un comunicado, pero de nuevo se quedó a medias: se dio cuatro semanas para evaluar la situación cuando, de hecho, ya no tenía ni cuatro segundos para demorar más el aplazamiento. Sólo dos días después, la tozuda realidad –petición incluida a Bach del primer ministro japonés, Shinzo Abe– le ha estallado en la cara al COI.
Ahora causa sonrojo la lectura de ese comunicado: el COI dijo que seguiría su propio “criterio” para tomar la decisión final cuando, en realidad, el COI ha ido a remolque del resto de actores olímpicos.
Ese más vale tarde que nunca se traduce ahora en un 2021 aún más espectacular deportivamente, ya que los Juegos de Tokio, siempre que el coronavirus haya dejado de ser por fin una amenaza, irrumpirán en un verano que empezará con otras dos citas pospuestas de primer nivel: la Eurocopa y la Copa América de fútbol ●
FÚTBOL DE ÉLITE La Eurocopa y la Copa América, en verano un año más tarde
MUNDIALES ESTRELLA La natación y el atletismo, los dos grandes deportes olímpicos, deberán adaptar sus citas
EL PAPEL DEL COI Le ha costado tomar la gran decisión, tras ser muy presionado por los deportistas