Una campeona en el garaje
→ Oro olímpico en los Juegos de Río 2016, trabaja con su entrenador y marido en casa intentando perder lo menos posible la forma física
→ Corren tiempos difíciles para todos los deportistas debido al coronavirus, aunque el aplazamiento de Tokio 2020 supone un cierto alivio ya que la preparación era un imposible. El piragüismo no es una excepción y los integrantes del equipo olímpico español, que residen en la Seu d’urgell, junto al Parc del Segre donde también entrenan, ya miran olímpicamente hacia 2021. Viven muy cerca del canal al que cada día iban a entrenar y tienen la esperanza de poder volver a tener contacto pronto con la naturaleza y con las embarcaciones. No hay Juegos, pero sí otros objetivos y la necesidad de no bajar la guardia, aunque sea trabajando en casa.
Una de las que vive y entrena en la Seu es Maialen Chourraut, campeona en Río 2016 en K1. Ir a Tokio significará su cuarta participación olímpica. En la primera, Pekín-2008, no consiguió medalla, y en Londres-2012, fue bronce.
Maialen estuvo el 7 y 8 de marzo en Po (Francia), en la Copa de España de Slalom, y volvió a la Seu para continuar con sus entrenamientos hasta que se decretó la orden de confinamiento. Hasta ese momento su trabajo rendía como deseaba: “Hasta hace una semana todo era muy positivo, el invierno ha sido muy bueno, fui sumando a cada entrenamiento y todo era genial, con entrenamientos de muchísima calidad”, explica a MD. Ahora, la palista de Lasarte tiene que conformarse con lo mínimo para entrenar y no perder la forma. “Mi trabajo es muy individualizado, porque cada uno tiene su material, sus circunstancias y sus metros cuadrados”, dice. Maialen se ha adaptado al espacio. “Yo por suerte tengo un garaje donde puedo entrenar un poco más. No sé si se puede decir entrenar, pero es intentar perder lo menos posible porque perder, perderemos todos”, subraya.
A diferencia de otros deportes, el piragüismo depende mucho del material y, evidentemente, del elemento agua. “El piragüista pierde muchísimo al no tener contacto con el agua y el material es también algo importante. Un palista sin agua poco puede hacer. Tengo un ergómetro, unas mancuernas y poca cosa más”, comenta.
La vigente campeona olímpica tiene la suerte de tener en casa a Xabier Etxaniz, su marido y entrenador. Juntos hacen que todo sea más fácil a pesar de las circunstancias adversas. Maialen está concentrada en hacer su trabajo y en pasar los días con la mayor tranquilidad posible junto a su hija
Ane y su marido. “No sé cuánto tiempo voy a estar en casa ni el tiempo que voy a tardar en tocar el agua. Todo es una incógnita”, señala. La incertidumbre se ha apoderado de la población española, y los deportistas no son una excepción.
El sueño olímpico, incógnita
Ella sabe lo que ha hecho hasta ahora pensando en Tokio 2020, que “la chispa de los Juegos estaba muy encendida, que todo tenía muy buena pinta y que yo podía llegar muy bien, pero ahora no lo sé. Lo importante es que todos ahora aportemos nuestro grano de arena estando tranquilos y pasando los días lo mejor posible”.
Una vez acabe el confinamiento, casi un vuelta a empezar, con Tokio ya a un año vista ●
”Un palista sin agua poco puede hacer. Tengo un ergómetro, unas mancuernas y poca cosa más” “La chispa de los Juegos estaba muy encendida, tenía buena pinta, sé que podía llegar muy bien. Ahora todo es una incógnita” “Yo por suerte tengo un garaje donde puedo entrenar un poco más. No sé si se puede decir entrenar, pero es intentar perder lo menos posible”