Asegurarse los cracks
Encaminados a un mercado que apunta un desplome, el Barça (aunque necesitará vender) quiere retener a sus mejores futbolistas (con contratos más allá de 2021) mientras no sea posible asegurarse a uno mejor
Uli Hoennes, ex jugador y muchos años presidente del Bayern, ha dado una entrevista a Kicker en la que en la que da un pronóstico rotundo sobre las consecuencias de la crisis del coronavirus: “El precio de los traspasos caerá, las sumas en los próximos tres años no podrán moverse al nivel de antes, porque todos los países están afectados. Muy probablemente el mundo del fútbol será distinto”
La opinión del Barça es coincidente. La sostenibilidad del club será la incuestionable prioridad y por eso ha paralizado todas las negociaciones en curso para reforzar la plantilla. Y no sólo eso. Tampoco atiende ni atenderá, hasta que se despeje el horizonte, las ofertas que han llegado o vayan a llegar por algunos de sus futbolistas. Pese al temporal de devastadora incertidumbre, o precisamente por eso, no se mueve ni una rama.
Cuando amaine, cuando se conozca el escenario, arrancará la maquinaria sospechándose que se podrá acceder a todos los objetivos. Teniendo eso claro, la idea es que del Barcelona no saldrá nadie si no se ha garantizado la llegada de un refuerzo que mejore esa posición. La idea, dicha de otro modo, es que si no se puede elevar el nivel de la plantilla tanto como se había diseñado, al menos, que no se devalúe futbolísticamente.
Ningún jugador acaba en 2020. Dos de los que terminan en 2021, que son Messi y Suárez, quieren seguir sí o sí. El tercero es Rakitic y no se irá gratis. El resto del equipo va más allá. Unos cuantos en 2022 (entre ellos el intransferible Ter Stegen , el transferible Semedo y la apuesta Dembélé), otros en el 2023 (por ejemplo Busi) y los grandes fichajes del año pasado, Griezmann y De Jong, en 2024. El verano va a ser más largo que nunca y para que venga Neymar habrá que cuadrar caja y astros