Desnortados
Los jugadores del Barcelona renuncian al 70% de su sueldo mientras las reglas del juego las marque el coronavirus. Dejarán de percibir en torno al 5% de la ficha anual, si el balón vuelve a rodar a mediados de mayo según las predicciones más optimistas. La plantilla del Atlético va a digerir una merma de entre el 8% y el 18%. Los empleados de ambos clubes sufrirán un ERTE, como tantísimos asalariados de este país en estas lamentables circunstancias. Sin fútbol no hay ingresos, ni de televisión ni de taquilla, y las pérdidas rondarán los 500 millones de euros. Conclusión, el paraíso, en suspenso.
La AFE, aislada en una burbuja, ajena a la realidad, rechaza un
ERTE que no afecta a sus afiliados de élite porque cualquiera de ellos, tanto en Primera (155.000 euros) como en Segunda (77.500), cobra muy por encima del mínimo que marca la ley. Y el 80 por ciento supera esas cantidades. Los asociados azulgrana del sindicato, conscientes de la difícil coyuntura, añaden de su peculio un 2% para resarcir a los empleados las pérdidas por el Expediente.
¿Quo vadis, AFE? Denuncia un acuerdo que sus futbolistas rubrican, incomprensible. Si su preocupación es el fútbol de Segunda B hacia abajo, ahora que la solidaridad es un bien tan preciado como la salud, podría generar un fondo de ayuda para ese sector. Con 14 millones anuales de ingresos todo es posible.
Otro frente sindical. Laliga y la Federación quieren jugar los once partidos. La sostenibilidad del futbol está en almoneda. Propone la patronal jugar cada 48 horas.
AFE rehúsa la fórmula porque el reglamento no admite paréntesis de menos de 72 horas y David amenaza a Goliat: huelga, pose o pataleo. Última cuestión: aplazadas las elecciones de la RFEF ,¿ Aganzo ya no es amigo de Tebas?h