Innovar, el arma para combatir al virus
El atletismo se llena de iniciativas imaginativas para competir sin poner en riesgo la salud
→ El atletismo, con su temporada 2020 en blanco por culpa del coronavirus, está liderando una imaginativa carrera por sortear los impedimentos de una pandemia que exige mantener lo que este deporte, tanto en pista como en ruta, difícilmente puede garantizar con su formato tradicional: una distancia de seguridad entre los atletas. En las últimas semanas han aparecido competiciones a distancia entre pertiguistas, carreras individuales contra el crono, micro-reuniones... cualquier iniciativa se valora para tratar de llenar el vacío del calendario y ofrecer una alternativa a los deportistas.
El atletismo ha perdido este año los Juegos, un Mundial indoor, un Europeo al aire libre y casi toda la Golden League, sin contar el resto de meetings de escala nacional, si bien el calendario reabre una ventana teórica a partir de agosto que solo será real en función de la evolución de la pandemia. Ante este vacío, han surgido iniciativas variopintas: un meeting con espectadores ubicados en sus coches en Alemania, a modo de autocine, micro-reuniones en la República Checa, programadas para junio con el número de atletas mínimo para mantener la distancia de seguridad, o el ‘Ultimate Garden Clash’ que hace tres semanas propuso un duelo de estrellas de la pértiga, saltando desde sus
propias casas, cada uno en su jardín: el francés Renaud Lavillenie, el sueco Armand Duplantis, recordman mundial actual, y el doble campeón mundial Sam Kendricks, que se retaron a superar el mayor número de veces posible el listó sobre 5 metros en 30 minutos.
El formato, seguido según World Athletics en vivo y en diferido por más de un millón de personas en todo el mundo, se reprodujo con tres de las mejores mujeres, la campeona olímpica griega Ekaterini Stefanidi, la estadounidense Katie Nageotte y la canadiense Alysha Newman, el 16 de mayo con el listón fijado en 4 metros. “Hablé sobre esto a fines de marzo con ‘Mondo’ (Duplantis) y Sam (Kendricks) y cuando tuve su OK, me acerqué a la Federación Internacional de Atletismo pa
ra encontrar el mejor concepto”, explica Lavillenie a France Presse. “World Athletics tenía dudas sobre el resto de la temporada, y les gustó. El concepto ahora se extenderá a otros disciplinas “.
“Lo más importante en este momento no es encontrar competiciones reales, ya es un logro poder hacer cosas así”, agrega Lavillenie, sorprendido por “la adrenalina” que notó al volver a competir.
Además de esta iniciativa privada”, las reuniones oficiales también buscan una forma de sbsistir a pesar de la pandemia. Así, veremos, un Lavillenie-duplantis el 11 de junio durante la reunión de Oslo, convertida en una exhibición denominada ‘los Juegos de lo imposible’. El sueco saltará en el estadio Bislett, sin público, contra el local Sondre Guttmorsen, y Lavillenie lo hará desde el jardín de su casa en Pérignat-lès-sarliève. También en Oslo, el campeón mundial de 400 vallas, el noruego Karsten Warholm, correrá en solitario contra el récord mundial de 300 vallas, y la noruega Karoline Bjerkeli Grøvdal buscará un récord nacional de 3.000 con una liebre ‘artificial’, un sistema de luz instalado alrededor de la pista que le irá marcando el ritmo.
No hay, sin embargo, respuesta aún para las carreras en ruta, las multitudinarias pruebas populares y las grandes maratones, muchas de ellas reubicadas a partir de octubre. Ahora mismo es inconcebible colocar a miles de personas compitiendo a la vez ●