Mundo Deportivo

BERLÍN 2015 la otra cara de la final

→ Hoy se cumplen cinco años exactos desde que el FC Barcelona ganara su quinta Champions ante la Juventus → Antes del partido, ya se notaba en el túnel del Olympiasta­dion que el Barça del tridente era imbatible → Los italianos fueron a por Messi y le pr

- Albert Montagut

El rey Felipe VI felicitó por teléfono a Bartomeu al final del partido y en presencia de Soraya Sáenz de Santamaría

Hace cinco años que los barcelonis­tas, emulando al presidente Kennedy, fueron berlineses por un día

Hoy se cumplen cinco años exactos desde que el FC Barcelona ganara su quinta Champions. Un Barça prodigioso con Ter Stegen, Alves, Piqué, Mascherano, Rakitic, Alba, Busquets, Iniesta, Xavi… y el diabólico tridente Messi, Suárez y Neymar, alcanzó el triplete tras un soberbio partido en el Olympiasta­dion de Berlín. El Barça reinaba de nuevo el mundo del fútbol. Aquella victoria puso punto final a temporada difícil y a un período de dos años en el que los problemas judiciales y extradepor­tivos amenazaron la estabilida­d de club. Berlín pasará a la historia no sólo por una contundent­e victoria ante uno de los mejores equipos del mundo, la Juventus de Turín, sino por la evidencia de que, si el club se centra en la esfera universal, en el balón, se convierte en una máquina imbatible.

Durante gran parte de la larga vida del FC Barcelona las finales de la Copa de Europa fueron un sueño convertido en una pesadilla. Berna (1961) y Sevilla (1986) pesaron sobre el barcelonis­mo como una losa hasta que en 1992 y de la mano de Johan Cruyff y Carles Rexach, el Barça consiguió en Wembley su primera gran copa europea.

Wembley 1992 cambió tanto la historia del Barça que dos años después, una humillante derrota en la final de Atenas (1994) ante el AC Milan, apenas pasó factura emocional. El empuje del Dream Team y la posterior llegada del astro brasileño Ronaldinho y el nacimiento deportivo de Leo Messi significar­on mucho. El Barça ganaría la final de París al Arsenal (2006), al Manchester United en Roma (2009), y otra vez al Manu en Wembley (2011), en lo que muchos han considerad­o como el mejor partido del Barça en toda su historia.

Hoy, sábado 6 de junio, se cumun plen cinco años exactos de la quinta Copa de Europa, la quinta Champions, la de Berlín, la que el Barça le ganó a la Juventus por 1-3 y que significó la culminació­n del tridente más efectivo y espectacul­ar de la historia del fútbol: Messi, Suárez y Neymar.

Los tres mosquetero­s se habían paseado por la Liga y la Copa del Rey, y también por toda Europa. Por primera vez, en semifinale­s, los aficionado­s del Barcelona no habían temido ni por un instante que el Real Madrid derrotara a la Juve y se plantara en la final. Los italianos viajaron a Berlín tras imponerse a los blancos.

La final de Berlín fue una final intensa, no tan emotiva en los futbolísti­co como Wembley 2, pero un triunfo en el estadio olímpico de Berlín, el Olympiasta­dion, ante uno de los grandes de Europa fue acontecimi­ento inolvidabl­e.

El día antes del partido, Carles Rexach quiso ver lo que quedaba del muro y el famoso Checkpoint Charly, en la Fredrichtr­asse, y en el estadio en los entrenamie­ntos previos a la final, cuando los jugadores de ambos equipos se encontraro­n en los túneles del estadio para sus turnos de entrenamie­nto, se adivinaba con claridad que los italianos no eran los favoritos.

En los abrazos de Gianluigi Buffon y Andrea Pirlo con Piqué o Neymar se percibía claramente quien dominaba la escena. Un jovencísim­o Neymar repartía sonrisas por todos lados y se dejaba hacer selfies. La tensión, si existía, iba muy dentro porque no se palpaba en el rostro de los azulgrana.

El estadio se llenó tres horas antes del partido. Miles de aficionado­s se hicieron la foto de rigor en la campana de los Juegos Olímpicos de 1936. En aquel símbolo olímpico situado fuera del recinto del estadio, aún se puede observar una esvástica que sólo perciben las personas interesada­s en la historia. La campana olímpica del 36… el símbolo del sueño olímpico nazi y la falacia de la superiorid­ad de la raza aria que un atleta norteameri­cano,

Jesse Owens, descendent­e de esclavos, derrotó a ojos del mundo.

La final del 2015 llevó a miles de barcelonis­tas a las gradas de Berlín. Allí empezó la exhibición de las esteladas que tantos problemas causó a la entidad barcelonis­ta durante los dos años siguientes, aunque allí, aquella tarde, el fútbol y el triunfo del Barça eclipsó cualquier otra manifestac­ión.

Fue un partido de emociones, como son todas estas finales. Manel

Vich, la inolvidabl­e voz del Camp Nou, se emocionó antes del encuentro cuando le saludé y le felicité en el lateral de tribuna del estadio antes de que se dirigiera a los aficionado­s dándoles la bienvenida a Berlín. Fue su última final. El inolvidabl­e

Vich falleció en abril de 2016, a los 78 años y con todas las copas ganadas. La final arrancó con un susto. Ter

Stegen había avisado que uno de los laterales del estadio era muy resbaladiz­o, y a los pocos minutos Mascherano perdió un balón en esa zona. El desliz estuvo a punto de costar un disgusto, que el guardameta alemán, muy atento, se encargó de atajar. Poca gente sabe que Messi jugó todo partido dolorido por un inicial golpe en el muslo. Los italianos fueron a por él y a los pocos minutos el rey del fútbol recibió un terrible bocadillo. Aún y así, su presencia, como la de Iniesta y Xavi al final, intimidó a los italianos que en ningún momento tuvieron la opción de ganar. El primer gol de Rakitic en una jugada portentosa, en la que intervinie­ron Alves, Messi, Alba, Neymar e Iniesta, el empate de Morata y los tantos de Suárez y Neymar dieron forma a la final. Después del partido Josep Maria

Bartomeu, feliz por haber conseguido tres títulos en menos de un mes, Liga, Copa y Champions, veía la luz al final de un túnel de dos años de sufrimient­os extradepor­tivos que supo liderar con seriedad y firmeza.

Bartomeu se pasearía triunfal en el envite electoral que le esperaba aquel verano.

Al poco de terminar el partido, en la cafetería del palco, Soraya Sáenz de

Santamaría, la vicepresid­ente del Gobierno, acompañada por Miguel

Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, le pasaron un móvil al presidente del Barça: el Rey Felipe VI quería felicitarl­e. El Rey, abucheado en la final de la Copa del Rey en el Camp Nou, había decidió no viajar a Berlín, pero su llamada no se hizo esperar y durante unos minutos habló con el dirigente del Barça sobre el partido.

Mientras Bartomeu hablaba con el Rey, Carlos Naval, el delegado del primer equipo era homenajead­o en el centro del césped por sus amigos de la UEFA con cariñosos mensajes en los marcadores del estadio. Naval había anunciado su boda con Dolors

Romero, una pieza clave en la estructura de gestión de fútbol y competicio­nes del club. Carlos y Dolors se casaron una semana después de Berlín.

Réplicas por todas partes

En las tripas del estadio ocurrió un hecho sorprenden­te. Había réplicas de la Copa de Europa por todos los lados, en estudios de TV de la UEFA, en pasillos donde los jugadores se hacían fotos… en lugares inverosími­les aparecía una copa orejuda.

La buena, la original estaba en el vestuario del Barça, y se paseó por la fiesta blaugrana en el antiguo aeropuerto de Berlín, Tempelhof, donde se bebió mucha cerveza, se comieron muchas salchichas. Aquella noche, los barcelonis­tas que habían acudido a la final, fueron, como lo fue John F. Kennedy en 1963, berlineses de los pies a la cabeza. De aquello hace hoy cinco años. Y la mejor forma de celebrarlo es disfrutand­o de nuevo del fútbol y dejando a un lado durante unos meses las inconvenie­ncias que la Covid-19 ha causado al fútbol ●

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FOTOS: A. MONTAGUT Bartomeu habló con el Rey Felipe VI tras ganar la Champions en Berlín. El añorado Manel Vich hizo de ‘speaker’, el delegado Carlos Naval custodió su quinta ‘orejona’ y Rexach acudió al famoso Checkpoint Charly
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El trofeo de la Copa de Europa con las cintas de color azulgrana colgando de cada oreja viajó a Barcelona. La de esta imagen es la original pero en las tripas del estadio había muchas réplicas
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