Messi anima a un Camp Nou vacío
El argentino destacó en un estadio en el que se escuchaba todo lo que decían los jugadores
→ El Camp Nou acogió anoche el primer partido post-pandemia. Solo seis medios de comunicación de prensa escrita podían acceder al estadio azulgrana y Mundo Deportivo era uno de ellos. Dos horas antes del partido, los coches de los jugadores pasaban absolutamente desapercibidos en los aledaños del estadio. Sólo la presencia de alguna cámara de televisión delataba a los futbolistas, pero el ambiente en la calle era el de un día cualquiera y no parecía que se fuera a jugar un partido.
Los seis periodistas de prensa escrita estábamos citados 45 minutos antes del partido en la puerta de acceso. Guantes, mascarilla y control de temperatura, todo tras haber firmado una declaración responsable, para poder cumplir con el protocolo de la Liga y acceder al estadio. Ya en la tribuna de prensa, 192 plazas a repartir entre una decena de periodistas y los técnicos del Leganés.
Sonó el himno, como en cualquier partido, y Aleix Santacana cantó las alineaciones pese a que el Camp Nou estaba completamente vacío. Siguiendo el protocolo de la Liga, tampoco se hizo la foto de los onces iniciales. Pero a diferencia de lo que sucedió en Mallorca, el Barça no puso sonido ambiente por megafonía. De esta manera, se escuchaba el golpeo del balón, los gritos de los futbolistas, las órdenes que les daban desde el banquillo y todo lo que se decían. En este nuevo fútbol, sin público, ya no hay secretos, se escucha todo. Y es toda una experiencia.
Resulta curioso escuchar a Ter Stegen corregir la posición de Arthur, pedirle a Messi que tape la posible contra del Leganés o a Rakitic advertirle a Lenglet de que podía girarse. En un Camp Nou vacío se puede escuchar a Setién hablar con sus jugadores o a Eder Sarabia recordar algún concepto antes de una acción de estrategia. Cuando el Leganés estuvo a punto de marcar y Lenglet evitó el gol bajo palo se escucharon con nitidez los aplausos de los suplentes del Barça y los lamentos de los visitantes, mientras que el gol de Ansu resonó en la grada gracias a lo que gritaron en el banquillo azulgrana. La primera pausa para hidratarse también nos permitió ver a Messi ejercer de capitán, dando la charla al resto de compañeros y explicando el movimiento que debían hacer en ataque.
Ver un partido del Barça a puerta cerrada permite comprobar que Piqué y Ter Stegen llevan la voz cantante. Son los más activos y los que más órdenes le dan a sus compañeros, junto a Suárez. Y Vidal el que más anima, aunque no juegue.
Y lo que no cambia nunca, con o sin público, es Messi. El 10 volvió a ser determinante y fue el que animó a un Camp Nou vacío y el que rompió el silencio. Cuando la tocaba Leo se escuchaba a los narradores de las radios o a Carlos Martínez e incluso los suplentes se transformaban en aficionados. La magia de Leo no descansa ni a puerta cerrada ●
Umtiti, sancionado Vio la quinta amarilla y no podrá jugar el viernes en Sevilla. Suárez y Vidal se libraron del castigo y estarán disponibles.
Vuelve Riqui Puig No jugaba en Liga desde el 2 de febrero contra el Levante. Ayer sumó 17 minutos al suplir a Arthur. Es su tercer partido.
Piqué y Ter Stegen son los que más hablan y Arturo Vidal el que más anima