Mundo Deportivo

UN PUNTO DE DECEPCION

El Barça cede un empate que puede pagar caro y abre las puertas del liderato al Madrid Buena salida que el conjunto azulgrana no aprovechó para acabar apagándose La reacción sevillista contrastó con la inacción de Setién, que no agotó los cambios La se

- Joan Poquí FOTO: AP

Dijo Setién que veía al Barça capaz de sumar todos los puntos hasta el final de Liga. No va a ser así. En el partido a priori más complicado de los que tenía por delante el conjunto azulgrana se dejó los primeros dos después del confinamie­nto. El puntito, de momento, es decepciona­nte, porque abre de par en par las puertas del liderato al Madrid. El futuro dirá si al final sirve, pero el conjunto azulgrana ya no depende de sí mismo. El Barça salió dominador, pero se fue apagando, con muy poca capacidad de reacción por parte de Setién, que buscó a la desesperad­a la solución Riqui Puig, sin jugar la carta Ansu Fati. Aunque Piqué y Ter Stegen acabaron de ‘nueves’ en el área sevillista intentando rematar un córner, lo mejor del Barça fue su línea defensiva, cuya seriedad mantuvo el ‘cero’ en el luminoso.

Hubo, al principio, momentos buenos de fútbol del Barça, aunque le faltó continuida­d. Messi intentó muchas cosas, pero sin acierto ni decisiones acertadas en la resolución. Si creó peligro, fue sobre todo en lanzamient­os de falta. Y también hubo dominio del Sevilla. Incluso sin público lo que no faltó fue la tensión. Una tangana al filo del descanso por una entrada sucia, muy dura y como siempre impune, de Diego Carlos acabó con desmayo del propio central después de que Leo se revolviese y se encarase con el sevillista. Y tampoco faltó una relativa sorpresa en el once del Barça.

Setién dejó de entrada en el banquillo a Griezmann. Suárez vivió su debut como titular después del confinamie­nto. Anduvo falto de chispa, pero a los tres minutos ya había rematado a puerta tras una apertura de Arturo Vidal para la subida de Semedo y centro del lateral portugués. Pese a esas ganas, el uruguayo fue a menos. Y, sin embargo, jugó los noventa minutos. Su gran ocasión, un chut a poco del final que salió fuera por poco.

La salida del Barça había sido dominante. Excepto un disparo del central Koundé, el mejor de los suyos en el arranque, en un saque de falta desde la izquierda del ataque sevillista, la presión alta que había planteado Lopetegui no se plasmó en el campo. En cambio, el Barça dificultab­a la salida de balón del

Sevilla. Con Semedo muy peligroso por el carril derecho, el Barça dominó la primera fase del choque. Generaba llegadas con facilidad, pero en los metros finales se le agotaba el fuelle.

Los mejores minutos

El momento en que el balón estuvo más cerca de entrar en la portería sevillista llegó en un lanzamient­o directo de Messi, tras una falta cometida a dúo entre Munir y Reguilón. El ex azulgrana, empeñado en buscar una tarjeta que González González se negó a mostrarle, ya había frenado en falta a Leo poco antes. El argentino ajustó un balón al que no llegó Vaclik, pero sí Koundé con la punta de su estrafalar­io peinado para evitar el gol.

Hubo otro intento de falta de Messi, desde muy lejos, un remate frustrado de Braithwait­e, que no llegó a cazar un rechace del meta tras centro-chut de Suárez y un tiro de Rakitic que salió fuera, pero esos minutos de color azulgrana no tuvieron premio y, tras el parón de refresco, el Barça había perdido el ritmo.

El argumento del partido dio un giro hacia el color local y la segunda parte mantuvo ese rumbo, con mayor protagonis­mo de los dos laterales sevillista­s, Navas y Reguilón. Piqué evitó un remate de De Jong y Ter Stegen se puso en modo salvador en un chut de Ocampos tras una falta rápida lanzada por el Sevilla (el meta rechazó de forma inverosími­l) y en otro tiro de Munir. Mientras el Sevilla había dado la vuelta al partido como un calcetín, el Barça seguía sin reacción en el campo ni en el banquillo, donde

Setién retrasaba los cambios: el primero, Arthur por Braithwait­e, un cambio sorprenden­te con 0-0.

Reacción final con poca pólvora

Una falta de Messi provocada por él mismo por un pisotón de Fernando, situado como tercer central en la segunda parte, una vez más sin la merecida tarjeta, que Vaclik envió a córner, marcó la reacción del Barça, que buscaba volver a mandar en el tramo final. Hubo un posible penalti a Rakitic ignorado por González González y Alba estuvo providenci­al en una contra.

Setién confió en Riqui Puig en los minutos finales, después de no haberle dado mucha confianza en los meses anteriores. Pocos minutos y a la desesperad­a. Cambió poco y Setién ni siquiera agotó los cambios. El chut de Suárez fue la última ocasión. Muy poco para un equipo que, digan lo que digan se jugaba la Liga ●

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Suárez la tuvo al final El delantero uruguayo jugó los noventa minutos

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