Ansu Fati y 10 más
oy, en función de lo que pase en Anoeta, sabremos si el empate del Barça ante el Sevilla, tercer clasificado y equipo revelación, fue un buen resultado. La actitud de los jugadores fue buena. Jugaron una buena media hora mientras duró el físico para hacer una buena presión post-pérdida y ahogar al rival. Tras el descanso el equipo se desajustó, se fue alargando y Setién no supo mejorarlo ofensivamente ni con los cambios. Falta desequilibrio por fuera. Ansu Fati, que venía de marcar, mereció entrar por Braithwaite .Y Riqui Puig, que es más vertical, por Arturo Vidal antes de que lo hiciera un intrascendente Arthur. Meritocracia. El juego de posesión requiere intensidad con balón, movilidad, amplitud y desequilibrio en bandas.
Suárez, Messi, Griezmann y
Braithwaite acaban por el centro y eso facilita la defensa del rival. Este Barça no quiere correr, siempre ataca en estático, le cuesta contragolpear, todos la piden al pie y falta uno contra uno.
Neymar se fue mal pero 300 millones después su desequilibrio no tiene sustituto. Y eso es culpa de la errática política de fichajes. Discrepo de los que dicen que Setién se parece cada vez más a Valverde. Ya le gustaría. Ernesto tenía las dos ligas ganadas en la jornada 30 y le sacó 36 puntos al
Madrid, sumando casi los mismos puntos fuera que en casa. Y sin hacerse la víctima. Hasta ahora Setién se ha quejado de la poca preparación antes de la reanudación, de los 5 cambios, de jugar siempre a las 10 de la noche y de que el cambio de formato de Champions no favorece al Barça. Debería centrarse en mejorar tácticamente al equipo, romper jerarquías y revitalizarlo con jóvenes, como Fati o Riqui ●