Vitolo confirma a un Atlético en alza
→ El equipo colchonero logró un valioso y trabajado triunfo ante el Valladolid para asentarse en Champions y abrir brecha con sus perseguidores
→ El Atlético volvió a casa tres meses y medio después de la última vez. Obviamente no como esperaba, con una grada sin alma, sin el ingrediente que hace a este equipo especial, su afición. El Atlético ya había asido los puestos Champions en el partido entre semana de El Sadar, donde había dado una de las mejores imágenes de la temporada. Un triunfo contundente, redondo, que obligaba a esperar grandes cosas de esta cita. El equipo rojiblanco y el vallisoletano brindaron un partido que fue de más a menos en cuanto a su intensidad, que espesó conforme avanzaba el cronómetro. Hubo mucho más fútbol para que se tuviese que decidir con el extraño gol de Vitolo en la segunda mitad, un tanto ‘fantasma’ que entró finalmente y que asienta a los del Cholo en los puestos de Champions y confirma que el Atlético está al alza. Simeone revolucionó el once para medirse al Valladolid. Los partidos cada tres días así lo obligan. Morata como titular, sin Koke ni Saúl, una rareza; con Hermoso, Llorente y Lemar, con el canterano Manu Sánchez en el lateral izquierdo... También su rival, con nueve cambios respecto al último partido.
El Valladolid saltó contestatario. No habían pasado ni tres minutos cuando Waldo agarraba un balón a 30 metros de la portería rojiblanca, desbordaba a Thomas y disparaba a la escuadra de Oblak. Para cualquier otro portero, una condena. Para el esloveno, una oportunidad para demostrar por qué es el mejor del mundo.
Respondía con dos acciones peligrosísimas. La primera, un centro de Herrera al corazón del área para contactar con Morata, que cabeceaba pegado al palo. Dos minutos después, una gran apertura de Thomas a Trippier servía para que el inglés centrase al corazón del área, donde Llorente no podía empalar. El balón quedaba suelto y Joao Félix remataba alto.
En este primer tramo de partido, el Valladolid tenía un agujero en su banda izquierda y el Atlético lo explotaba. Llorente parecía imparable, desbordaba continuamente. El madrileño está en un estado de forma como nadie en el equipo rojiblanco. Como Joao Félix, que parece haberse quitado de encima la presión de los ojos inquisidores. Si en Pamplona dio una pequeña exhibición, en el choque ante el Valladolid, entre lineas, se asoció con una sencillez pasmosa para el campo de minas en el que se movía. Elegancia en el movimiento y acierto en la toma de decisiones.
A la media hora, Waldo, tras una potentísima arrancada en una contra, encontraba un pase exquisito entre varios colchoneros para que Matheus cruzase ante la salida de Oblak, un balón que salía cerca del poste. Tremendo Waldo Rubio Marín, con sendas acciones que pusieron en muchos apuros al Atlético.
Insistir, insistir
La reanudación dejó un Atlético que siguió insistiendo, aunque conformé avanzaron los minutos la intensidad de unos y otros fue decreciendo, lógico por otro lado. Primero Joao Félix, con un disparo con la izquierda tras un control con cabriola en la frontal, luego Morata con un cabezazo, Llorente de un fuerte disparo desde fuera del área, Lemar con un fuerte chut que buscaba la escuadra... Los cambios fueron clave. Vitolo rescataba a los suyos en una jugada extraña. Una salida en falso de Caro en un saque de esquina, que el canario cabeceaba a la portería. Un central del Valladolid conseguía salvar el balón pero el colegiado, a instancias del VAR, confirmaba que había entrado ●
El canario salvó a su equipo con un gol ‘fantasma’ que al final acabó siendo validado