Un comodín para el centro del campo

A sus 30 años, Pjanic, que puede actuar de pivote o interior, llega al Barça para cumplir “un sueño”

→ Con 30 años, tiene ante sí las últimas temporadas de su carrera y aún no ha conquistado la Champions. Esa, y jugar con Leo Messi, era una de las razones por las que Miralem Pjanic (Tuzla, Bosniaherzegovina, 2 de abril de 1990) ha dado el sí al Barça.

Como hace dos veranos hizo Arturo Vidal, que también llegó con 30 ‘tacos’ procedente del Bayern aspirando a su primera ‘orejona’ y cuya fiabilidad al más alto nivel es comparable a la del bosnio, su perfil casa más con la historia reciente en el Camp Nou y encaja en el ideario de Quique Setién, el actual técnico del FC Barcelona.

La carrera del balcánico le avala tras su paso por Metz, Lyon, Roma y Juventus. Ha completado casi una década en la Serie A desde que le fichó Luis Enrique, ex técnico del Barça y actual seleccionador español, en 2011 y promedia 30 partidos por campaña que hablan por sí solo de su profesionalidad y gran forma física. Tanto es así que es el jugador de ‘bianconero’ que más kilómetros ha recorrido en esta Serie A (11,57) por delante del carrilero Alex Sandro (10,713) y el quinto del ‘scudetto’.

Su conocimiento del juego y máxima concentración le permiten siempre estar en el lugar ideal para mantener el equilibrio del equipo y no destaca por ser un ‘pit bull’ pese a ser el medio que más balones roba (250) solo superado por los centrales Bonucci (296) y De Ligt (269) sino más bien por una técnica que le ha hecho ganarse su fama de centrocampista polivalente con una mirada ofensiva fomentada por muchos de los entrenadores que ha tenido.

Goleador y asistente

Con 56 tantos y 89 asistencias ligueras desde su debut en el Metz con 17 años, Pjanic siempre ha destacado por su llegada y clarividencia. Aunque los últimos años ha jugado de mediocentro o doble pivote en la Juventus, primero con Massimiliano Allegri y ahora con Maurizio Sarri (menos porque éste prefiere a Bentancur), no ha dejado de perder instinto asesino cuando se acerca al área. Su guante en el pie derecho, letal en los libres directos, es también una mina en córners y faltas laterales para explotar la estrategia.

Entre los primeros tres cursos y el actual con la Juve lleva 27 pases de gol pese a no actuar ya de mediapunta e interior izquierdo con libertad como hacía antaño. Así empezó a despuntar en Lyon en el 4-3-3 que dibujaba Claude Puel, asistente en sus inicios de Arsène Wenger y amante también del fútbol ofensivo. Con Makoun o Toulalan de pivote, compartía línea con Kallström pero con más verticalidad.

Con ‘Lucho’, interior-enganche

Luis Enrique apostó por él y le sacó partido en los dos flancos de interior en un 4-3-3 y como enganche en un 4-2-3-1. Zdenek Zeman le llevó en la Roma 2012-13 incluso al extremo derecho pero no volvió a disfrutar como interior izquierdo hasta el fichaje de Rudi Garcia, también con gusto por el buen fútbol y que de 2016 a 2019 coincidió con Zubizarreta en Marsella.

Con Luciano Spalletti jugó ya alguna vez en la Roma de doble pivote en un 4-2-3-1, sistema en que se afianzó en la Juve como además en el 3-5-2 de Allegri compartiendo medular con Khedira, Marchisio o Emre Can. Con Sarri también ha seguido atrás, aunque con plenos poderes ofensivos.

A la cuarta llega la vencida

Ahora, después de tres intentos fallidos del Barça por hacerse con su fichaje -lo intentó primero Luis Enrique en 2014, pero se lo llevó la Juve y luego el equipo azulgrana volvió a probar suerte en 2017 pero se acabó decantando por Paulinho y en 2019 al final apostó por De Jong, Pjanic podrá cumplir con su “sueño” de vestir de azulgrana y jugar en el Camp Nou al lado de Leo Messi después de haberlo hecho en la Juve con Cristiano Ronaldo ●

En sus inicios actuó de interior y mediapunta y en los últimos años lo ha hecho de pivote

Luis Enrique, que lo tuvo en la Roma, ya intentó ficharlo para el Barça en 2014