Kluivert es el Zidane del Barça; Klopp o Xavi, la tentación
Leo Messi no quería que Ernesto Valverde dejara el banquillo del FC Barcelona. Rectificó al momento cuando a pie de campo después de perder el Barça ante Osasuna dijo “desde diciembre, no, desde enero que no salen bien las cosas”, porque en enero se perdió la Supercopa de España en Arabia Saudí y desencadenó un tsunami en el club que acabó con el cese del Txingurri, el no fichaje cacareado y con condiciones de Xavi y la llegada de Quique Setién, con las vacas pasturando y Eder Sarabia erigiéndose en actor secundario de una historia de amor imposible.
Leo Messi consideraba que Ernesto Valverde no había sido el culpable de los desastres de Roma y Liverpool - y el posterior ‘palo’ de Arabia Saudí-. Los responsables de las derrotas habían sido para el mejor del mundo los futbolistas pero aún más, la planificación deportiva que había debilitado el bloque. Al final todo se circunscribe a que si
Dembélé se lesiona siempre, mejor apostar por Neymar. Si Umtiti no se quiere operar porque prioriza la selección, mejor meterlo en una operación con el PSG. Si ‘Ney’ está como loco por fichar de nuevo por el Barça, mejor hacer el esfuerzo sin disimulo y tener a un futbolista que desequilibre y que libere a
Messi de toda la presión.
Cayó mal desde el principio Quique Setién, el tipo de las mil excusas, y peor aún
Eder Sarabia, ‘el notas’, que se empeñaba en mostrar carácter sobre todo cuando las cámaras fijaban su objetivo. Entró Setién en el vestuario como el tipo al que regalan una entrada a Port Aventura y flipa con todas las atracciones pero como no tiene el ‘fast pass’ espera en la cola mientras otros se divierten. Su discurso era tan reverencial que resultaba empalagoso para unos futbolistas veteranos hartos de zalameros. Hasta que llegó Vigo y la bronca en el vestuario que puso a Setién contra las cuerdas. Bartomeu casi no durmió aquel martes fatídico; el Barça de basket perdió la Liga ACB y el de fútbol empató contra el Atlético en el Camp Nou perdiendo prácticamente toda opción por el título. Se pasó el día el presidente apaciguando los ánimos en el vestuario, buscando una tregua que permitiese acabar la temporada dignamente.
En la junta directiva piensan que Bartomeu es capaz de sacarse un Jasikevicius de la chistera en cualquier momento, “un Xavi oun Klopp”, porque el entrenador que equilibre el vestuario está en manos del presidente, es una gestión personal. Pero la solución para muchos está en casa: Patrick Kluivert. Tiene el título y la experiencia, fue campeón de Europa con 18 años y conoce perfectamente a todos los cracks y a los jóvenes de la cantera. Habla el mismo lenguaje que unos futbolistas cansados de aduladores y postureos.
Los amigos de Xavi ya han colocado hastaa Toni Tramullas al frente de los servicios médicos y saben desde el Infantil al Barça B qué entrenadores firmaría Xavi Hernández para la base. Klopp gusta. No ha crecido el alemán en La Masia pero es capaz de hacer esa revolución que necesita el vestuario blaugrana. Pochettino es buen amigo de Bartomeu pero en su granja de Rosario creen que lo verían antes removiendo el heno que fichando por el Barça. Max Allegri conoce bien al presidente blaugrana, han tenido varias reuniones conceptuales. Es un gran entrenador, enorme, cómplice con las estrellas pero muy exigente. Italiano. Si. Italiano. Y ya hemos visto que Zinedine Zidane ha ganado la Liga a la italiana: 1-0 con la complicidad del VAR . Pero el que conoce el ADN Barça y entiende cómo debería jugar este equipo es Kluivert .Élsíesel Zidane del Barça.
No hace mucho me hicieron el test Nutrigen en Fagron Genomics. Es un test que te permite conocer tu genética y como tu epigenética y la metabolización de los alimentos influye en la prevención de enfermedades. El tomate lo metabolizo fatal. También algunas frutas. Como los cereales con cáscara. Fuera lácteos. Con el test he reeducado mi alimentación y además me ha dado las bases para un tratamiento personalizado que me permite vivir mejor. El test del Barça nos dice que la solución de urgencia está en casa. Miren el ADN de Kluivert: es Barça 100%
Messi dijo “hasta aquí” en Vigo, él quería a Valverde; Quique y Sarabia entraron ya mal