TOUR INCIERTO
→ Arranca hoy en Niza bajo el síndrome Covid-19, que podría excluir equipos enteros si se dan dos positivos → Bernal defiende su título del 2019 en una batalla planteada a priori entre el poderoso Ineos y el Jumbo
→ Hambrientos de competición, con muchas ganas pero a su vez con muchas dudas. Así afrontan los 176 ciclistas el inicio hoy en Niza del Tour de Francia más atípico. Rodeado de fuertes medidas de seguridad, con temor a que la pandemia del coronavirus supere en protagonismo al espectáculo deportivo de los corredores, que acuden al Tour expectantes ante el desarrollo de una carrera burbuja, en la que la organización no escatimará recursos por controlar la agresividad de un virus que sólo en Francia ha matado a más de 30.000 personas, con las primeras etapas circulando por una de las zonas rojas galas, los Alpes Marítimos, en la que la Covid-19 se siente más fuerte. Ayer mismo el Tour recibió la autorización de la Unión Ciclista Internacional para excluir equipos en los que se confirmen dos positivos por Covid-19 en siete días.
Ante este panorama, ante esta película de suspense que es esta ‘Grande Boucle’, el director de la carrera, Christian Prudhomme confía que la parte deportiva gane la batalla a la vertiente sanitaria. “Dependerá de los ciclistas que se hable solo de Covid-19 o se hable de ciclismo. Si vemos un combate como el año pasado, enseguida se hablará de la carrera”, aseguró. Argumentos deportivos no le faltan. Este año el recorrido es apasionante, con mucha montaña, con etapas que apuntan a la épica y una contrarreloj ‘de montaña’ el penúltimo día que acabará de decidir las posiciones de un podio que, en el arranque del Tour, se adivina incierto. Sin el cuatro veces ganador del Tour Chris Froome y sin su fiel escudero y ganador de 2018 Geraint Thomas, y con dos corredores que parten como grandes favoritos: Egan Bernal y Primoz Roglic. El colombiano busca repetir la victoria de 2019 y el esloveno su segunda gran vuelta tras la ronda española de 2019. Pero ambos abandonaron en el Critérium del Dauphiné por problemas físicos, lo que añade más incertidumbre a una carrera en la que se espera una gran a batalla entre el equipo de Bernal (Ineos), y el de Roglic (Jumbo-visma).
En la formación británica Egan tendrá como es habitual un gran equipo a su lado, con un Carapaz adoptando la misma actitud que en el Giro de 2019, que le dio la victoria; mientras Primoz tendrá que controlar la ambición de un Dumoulin siempre aspirante y que buscará su segunda grande. Otros corredores que lucharán por salir en la foto de los Campos Elíseos serán Pinot, si la suerte le acompaña, y habrá que estar atentos a jóvenes como Pogacar y Lutsenko. Puede que a Quintana le falte equipo, pero el colombiano tiene ante sí una gran oportunidad de volver a ser protagonista, como Mikel Landa, que busca su segundo podio en una gran vuelta tras el 3º lugar de 2015 en el Giro y el podio en un Tour que se le resiste.
“No hay grandes favoritos, pero hay 12 o 13 ciclistas que pueden sorprender”, decía ayer la voz de la experiencia de Eusebio Unzué, mánager de un Movistar que suspira por tener un rol principal en este thriller de suspense y acción que empieza a rodarse en Niza ●