“ESTO ES UNA CARRERA DE OBSTÁCULOS”
→ Jordi Ribera, de 57 años, llega al Mundial de Egipto con el aval de dos oros europeos consecutivos (2018, 2020) que, irremediablemente, sitúan otra vez a la selección en el foco de las medallas. Afronta la cita con optimismo mezclado con incertidumbre, inevitable por el coronavirus. ¿Ha sido la preparación más complicada de su carrera?
Sí, ha sido muy complicado por la pandemia y los últimos días con la nevada. Incluso un grupo ha estado retenido tres días en Estambul, entre ellos Sergey, que viajará directamente desde allí a Egipto. Siempre hay la incertidumbre con el coronavirus, que nunca sabes lo que te tiene preparado. Es muy difícil vivir en una ‘burbuja’ al 100% porque estás en un hotel, juegas, viajas en autobús, entras en un pabellón. Es como una carrera de obstáculos que tienes que asumir. Planear cualquier cosa está siempre supeditado a lo que pueda pasar. ¿Por qué cuesta tanto a los jóvenes entrar en la selección?
Estamos ante una generación muy buena de jugadores veteranos y no tan veteranos. Hay cuatro que igual se perderán el siguiente ciclo olímpico, pero el resto sí podría entrar. Es difícil entrar sobre todo porque la selección se plantea un objetivo alto en cada campeonato, siempre quiere competir y estar lo más arriba posible, así que cambiar ciertos jugadores es difícil porque están rindiendo bien. Al llegar a un campeonato, tenemos que valorar el rendimiento del presente. Con todo, hemos ido incorporando algún jugador pensando en el futuro, como Dani Dujshebaev desde hace años. En los extremos hemos hecho rotaciones. Son cambios dentro de las posibilidades. Por eso trabajamos con un grupo ‘B’, para darles la máxima experiencia posible y puedan asumir la responsabilidad cuando les llegue la hora. ¿Sergey Hernández jugará sólo si se lesiona Gonzalo o Rodrigo?
No, una vez en la lista, puede entrar en cualquier momento si lo creemos conveniente a nivel técnico. Nosotros siempre hemos ido con 17 jugadores y ese 17º jugador nunca ha venido de testigo, siempre ha participado. Sergey viene como 18º jugador o tercer portero y estará allí dispuesto para poder jugar.
¿Pesa mucho llegar al Mundial con dos oros europeos seguidos?
Es una selección muy competitiva, siempre lucha independientemente de si gana o pierde. Siempre tiene la sensación de tener que ganar, juegue contra la Francia de un nivel alto o una Alemania más física que nosotros. Sabemos que siempre podemos tener recursos y que nuestro nivel de exigencia es el de ganar. Hemos aprendido a vivir el día a día. Somos un equipo que necesita del colectivo, sin individualidades como otras selecciones. Aquí un día aparece uno y al siguiente aparece otro según las características del partido. Eso nos obliga a ser muy exigentes en el día a día. ¿Cómo llega el equipo, con algún síntoma de inquietud tras la reciente derrota contra Croacia?
Viendo el nivel y la implicación en los entrenamientos, continuaremos siendo un equipo muy competitivo, sabiendo que estamos en un grupo difícil porque entró una selección europea como cuarto equipo, Polonia. Los grupos han quedado muy descompensados con los invitados europeos. Perdimos contra Croacia, pero fallamos cosas que no solemos fallar y podíamos haber estado allí en el partido. Estamos en una situación en la que puede haber equipos y jugadores que han estado confinados, en períodos de inactividad o han pasado el coronavirus, y eso hace que el nivel sea más irregular. Esto nos pasará a nosotros y, probablemente, pasará a otros equipos. Está pasando en los clubs y pasará en las selecciones. ¿Por dónde pasan las posibilidades de ganar ese tercer oro mundial?
Como hicimos en el Europeo, pensando en el día a día. Valorar y respetar cada equipo y pensar que cada día tendremos una lucha con nuestro rendimiento y nuestro rival. Nunca tenerle miedo, pero sí respetarlo. Las fuerzas se igualan entre diferentes equipos. Francia ha ganado oros y luego ha pasado desapercibida, Dinamarca quedó campeona del mundo y luego quedó fuera de la primera fase. Es muy difícil para todos repetir campeonatos porque cada día hay más competitividad. Serbia ganó y empató la semana pasada contra Francia en dos partidos. Tienes que estar siempre a un nivel muy alto y a veces necesitas también un poco de suerte para llegar lo más lejos posible ●