SIN COMPASIÓN
→ Un Barça sólido pese a las bajas supera el primer test moscovita y se impone al Khimki → El dominio del rebote fue insultante y Calathes sirvió 15 asistencias, récord en el equipo
El Barça respondió al desafío de pistoleros que le planteaba el Khimki de Alexey Shved, y cumplió con los pronósticos para imponerse por 75-87. Pese a las bajas ya conocidas de Mirotic, Davies y Claver, los azulgrana mostraron más oficio y determinación que el rival, lo que les vale para conservar la segunda plaza y llegar al duelo con el líder CSKA del viernes en magnífica situación anímica y clasificatoria.
Con 21 rebotes más capturados (19 por 40) y Nick Calathes firmando un récord del equipo en Euroliga con 15 asistencias, el triunfo no se le podía escapar al equipo de Jasikevicius. Por mucho que las metralletas del Khimki funcionaran, que lo hicieron en la primera mitad, a los rusos les faltó mucha de la consistencia mostrada por un Barça más completo y con mejor concepto de juego colectivo.
Aunque bien podían esperarse fases de explosión ofensiva del Khimki, el arranque resultó inquietante, con tres triples anotados en las primeras tres posesiones y ventaja de 9-2 de los rusos que provocó decisiones en el banquillo. El Barça reaccionó rápido con mejor defensa y dos triples de Abrines que recuperaron la igualdad inicial (9-10).
Shved acaparó los ataques de los locales en una tarde inspirada pero sin que ello tuviera impacto en el final de período (26-26). Los problemas de faltas de los interiores (Oriola ya acumulaba 3) generaban una situación delicada.
El Barça controló la situación en el arranque del segundo período con un Kuric que rompió a sus defensores saliendo de bloqueos indirectos para anotar dos triples seguidos que provocaron el tiempo muerto con enfado de Kurtinaitis, 28-32. Al de Indiana le tomó el relevo Smits, con acciones de intensidad y ganas que permitieron al Barça dominar con rentas de hasta seis puntos, gracias también a la buena dirección de Calathes. Al descanso se llegó con 48-54.
El Barça mejoró en defensa y rebote a partir del tercer cuarto, unas virtudes que no tuvo el rival, ahora ya menos acertado de cara al aro. Las ventajas subieron por encima de la docena de puntos con Calathes ejerciendo de catalizador y acumulando asistencias a compañeros que interpretaron bien los ángulos y los espacios.
Al final del tercer cuarto se llegó con 60-73 y el colchón se mantuvo, más o menos, en un último período con errores pero que tuvo a Oriola fajándose bajo los aros para no conceder nada al rival. Un triple de Abrines a dos minutos y medio abortó las últimas esperanzas del equipo ruso que en muchos momentos demostró por qué sigue de colista ●