Laporta, Norman Foster y la desmemoria selectiva
Laporta dice que le gustaría hacer el nuevo Camp Nou en el próximo mandato. “Ya lo dejé preparado, que era el proyecto de Norman Foster. Ahora hay otro proyecto que entiendo que está bien, pero que ningún socio lo ha votado. Si el proyecto aún no está adjudicado, me gustaría hacer un concurso y que se pueda votar entre tres opciones”. Han pasado 10 años y la memoria es selectiva. El proyecto Foster jamás lo votaron los socios, ni tan siquiera estaba firmado el contrato con el arquitecto. Su propuesta de pisos en el Miniestadi, más allá de vender 10 hectáreas de patrimonio de un total de 28, hacía imposible el nuevo Palau. Hoy, no sólo existe la adjudicación a Nikken Sekkei, sino que hay cosas imprescindibles que en 2010 no se tenían: la aprobación definitiva del Ayuntamiento del proyecto de urbanización y reparcelación, y la licencia de obras del Palau, del Espai Barça y de la reforma del Camp Nou está al caer. En urbanismo todo es muy lento y si su deseo es tener estadio nuevo en 2024 no se podrá volver tantas casillas atrás. Laporta dice que su mejor virtud es saber escuchar. Si el 7 de marzo es presidente, le contarán que ni el mejor de los sueños inaugurará el Camp Nou para el 125 aniversario. Sólo si se contempla la opción Vilajoana: jugar durante tres años en Montjuïc mientras duran las obras ●