Odegaard se va; Riqui insiste
Mientras Martin Odegaard (23 años) ha elegido dar portazo al Real Madrid para tener minutos en el Arsenal, Riqui Puig (21) sigue decidido a aprovechar cualquier resquicio que le ofrezca Koeman para asentarse en el Barça. Riqui está empeñado en convencer a Ronald que, si algo ha demostrado, ha sido tener paciencia con lo jóvenes y cintura y para regresar sobre sus pasos en decisiones tácticas. Martin se siente decepcionado con Zidane que le arrancó de la Real Sociedad. Le dio cinco titularidades y el noruego, llamado a ser clave en el equipo, desapareció del mapa. Zizou ha ido orillando sistemáticamente a los jóvenes (Jovic, Vinicius, Rodrygo, Mariano y hasta diez cedidos) y exprime como limones a los titulares (Modric, Casemiro y Kroos) que ha sido su fórmula para ganar títulos. Ahora cuenta con Isco, que quiso dejar el club por su ostracismo. Odegaard ya no soportó su situación de secundario en El Sadar ni en la Supercopa y activó de inmediato su marcha. El medio se la juega: alcanzó su sueño y renunció a él, de momento. Tanto ZZ como Odegaard han sido muy criticados.
LA PERSISTENCIA DE RIQUI NO LE HA IDO mal. Algo se ha movido desde que Koeman le recomendó sin éxito salir cedido a ganarse el viaje de vuelta. El de Matadepera valoró que le había costado mucho llegar y confió en su singular calidad para convencer al entrenador. Una opción criticada y arriesgada que ahora parece ponérsele de cara. Su descaro le llevó a lanzar el penalti decisivo en Córdoba para acceder a la final de la Supercopa; en Cornellà jugó los 45 minutos iniciales y en Elche provocó otra piña con el 0-2 de la tranquilidad, su primer gol de blaugrana. Con 195 minutos jugados, Riqui da mucho que hablar por lo poco que aparece. Por su juego diferente, talentoso y arriesgado entre líneas; y por la chicharra de su claca mediática. Ronald, que rescató a Dembélé cuando no cristalizó su marcha al Manu, le dio confianza y hoy le ha premiado con la titularidad. El 4-3-3 ayuda a Riqui y también su arrojo en momentos de duda. No se fue por orgullo, pero si alguien puede perdonar los pecados de juventud es Koeman ●