El Arsenal bloquea al United y mina su moral en la Premier
INGLATERRA → Odegaard debutó en el Emirates con el equipo de Arteta, que le negó el triunfo al de Solskjaer y le distancia de un City que va lanzado hacia el trono
→ No se puede desmerecer de ninguna manera el camino que ha recorrido el United hasta ahora aunque empieza a pesarle demasiado la temporada. El empate frente al Arsenal no puede satisfacerle porque abre demasiada brecha con el City, el gran beneficiado de un encuentro que pudo caer hacia un lado u otro. Tras un primer tiempo más hermético se sucedió una parte animada y con más llegadas, todas con la mala fortuna de irse al limbo. Un punto bueno para Arteta, malo para Solskjaer (0-0).
El Emirates reunió a un Arsenal en alza y a un United con algunas heridas abiertas, aún en proceso de asimilar las consecuencias de la derrota frente al Sheffield. El choque, de ida y vuelta, hizo honor a una rivalidad visceral que creció hace más de quince años con Wenger y Sir Alex Ferguson. Ha pasado el tiempo pero perdura la esencia de un enfrentamiento que se repite entre Arteta y Solskjaer, representantes de dos equipos que buscan recuperar la gloria perdida.
El Arsenal dejó que fuera el United el que se encargara de imprimir el ritmo, atascado cuando juega en estático. Aunque le cambia la cara cuando encuentra espacio para transitar, tan necesario para este equipo como respirar. El noruego no quiso reservar a nadie y compareció en Londres con aquellos futbolistas que más han merecido jugar. Ninguno más que Bruno Fernandes, que ayer cumplió su primer aniversario desde su llegada a Old Trafford.
El Arsenal encontró sustento en Smith Rowe, futbolista de moda en norte de la capital. Disfruta de una mirada periférica y juega con un desparpajo impropio a su edad, reflejo de un equipo al que ya no le acompaña el miedo a fallar de hace unas semanas. Su buena racha en la Premier sacó de un apuro a Arteta y ha mejorado indiscutiblemente, esperanzado con ver cómo se acopla Odegaard. Cedido por el Real Madrid, se ha marchado de Erasmus a un Arsenal que poco a poco empieza a acercarse a Europa.
Estuvo más cerca el United del área de Leno que el Arsenal de la de De Gea, aunque se selló el primer tiempo sin goles. Tras el descanso cambió el gobierno del encuentro. Fue el cuadro de Arteta el que marcó la pauta con el ingreso de Willian, más protagonista en el juego. El brasileño intimidó con un golpeo que bloqueó Wan-bissaka y Lacazette se cruzó con el larguero en un libre directo, momento de zozobra para un United que se sostuvo en el alambre.
Se difuminó el equipo, seguramente porque a Bruno Fernandes se le acabaron las ideas en una noche en la que Cavani erró inexplicablemente la mejor oportunidad. Se redujo el choque al plano de los detalles en un tramo final en el que ingresó Odegaard, último recurso del entrenador donostiarra. Apenas tuvo ocasión de brillar porque su entrada fue casi testimonial en un fabuloso compromiso que deja mucho más contento al Arsenal que al United. Y mucho más aún a un City que tiene todo de cara para volver a ganar la Premier ●
Se difuminó el United porque a Bruno Fernandes se le acabaron las ideas