De Irún al Mundial de Fórmula 1
Gorka Narbarte es uno de los tres primeros mecánicos de un equipo histórico como Williams Racing, objetivo logrado tras muchos años de sacrificio que recuerda para MD
Cada vez son más los españoles presentes en los boxes de los mejores campeonatos del mundo del motor. Hace años, la mejor manera de llegar a estos certámenes era estudiar en Inglaterra, el mejor caldo de cultivo de manos y mentes pensantes de la F1, pero historias como las de Gorka Narbarte demuestran que también es posible cumplir un sueño formándote en España, concretamente, en la Monlau Repsol Technical School.
Narbarte, de 32 años (13 noviembre 1988, Irún), nació en una familia de motor. Su padre ejercía de copiloto de rallies y su tío de piloto. Jamás dudó que su sitio estaba en los mejores garajes de competición y no desistió. El camino fue duro, pero la satisfacción por alcanzar sus metas supera cualquier esfuerzo realizado en una carrera que impulsó gracias a saber aprovechar los conocimientos y herramientas que le dio estudiar en la escuela Monlau, en la que posteriormente fue docente. Como estudiante, en las prácticas se empleó a fondo en karting, turismos y fórmulas. De familia humilde y trabajadora, Narbarte pudo lograr a base de esfuerzo que algunos equipos se interesaran por trabajar con él y así aprender día a día de ellos. “Siempre estaba haciendo carreras en distintos equipos y campeonatos con los contactos que me facilitaba la escuela. Me daban la oportunidad y si trabajabas fuerte y demostrabas que podías hacerlo, el equipo quería que regresaras. Por eso tuve que posponer muchas clases y exámenes”, expresó. “Monlau me ayudó a costear parte del segundo curso a cambio de trabajar en su equipo de carreras”, añade. Por ello, tiene claro que para cumplir un sueño así “hace falta sacrificio”.
“En un mundo tan competitivo y selecto tienes que trabajar muy duro por tus metas. No te lo regalan”. Con esa idea, Gorka dio su máximo. Por ejemplo, se pagaba de su bolsillo el billete de tren para ir a Valencia para limpiar ruedas hasta las 3 de la mañana. Sin exigencias. “El nivel de sacrificio era muy grande. Siempre prefería tener contacto directo con el equipo y poder trabajar juntos un par de días para luego poder acordar las condiciones en consonancia con sus necesidades y mis expectativas.” , dice Gorka, que dio un salto más en su carrera al conocer a Pepe Oriola en la escuela. “Me fui con él al Mundial de Turismos y también hacía el Europeo con su hermano, siendo el jefe de coche. Y luego me ofrecieron un trabajo. Así empezó todo”, recuerda.
Sueño cumplido
Pasó por el Mundial de Rallycross junto a All Ink Racing y finalmente, alcanzó la F1 con Manor. Allí se encargó de las cajas de cambios y la parte trasera de Esteban Ocon, actual compañero de Alonso en Alpine. Y a los tres meses, llegó la llamada de Williams Racing. “Para poder ser leal a mi palabra con Manor les dije que me uniría a ellos al final de temporada. Williams aceptó y entré en el puesto de segundo mecánico en 2016”, agrega a MD. En Grove empezó haciendo un poco de todo, y al final de 2017, tras la marcha de uno de los jefes de coche de Williams, entre 5 aspirantes a ese puesto, fue escogido para ascender. En 2021 ha pasado a ser primer mecánico del coche de George Russell encargándose de coordinar el trabajo del monoplaza: “Me aseguro de que el coche está montado con las especificaciones correctas y de que todos los procedimientos se hagan correctamente para poder asegurar la máxima fiabilidad y rendimiento”.
“¿Qué le diría a los jóvenes? Que llegar es posible, pero hay que hacer muchísimos sacrificios. Hay que trabajar muy duro, demostrar tu pasión, dejar a un lado el querer ganar mucho dinero, la fama, y centrarse en aprender cada día”, añade el irunés, orgulloso de su camino. De Irún al mundo.
“Para llegar a la F1 hay que trabajar muy duro y dejar de lado la fama y el querer ganar mucho dinero”